Nuevo X-Factor #9: Cambio de Aires Heroísmo a sueldo
Nuevo X-Factor #9: Cambio de Aires USA - 2015 Guionista:Peter David Dibujante:Carmine Di Giandomenico
Editorial:Panini Cómics -
128 páginas - color
Precio:11,95€
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Una de las señas características de los guiones de Peter David es su talento para sacar partido de personajes olvidados y/o de segunda fila, proporcionándoles un atractivo que nunca tuvieron. X-Factor, grupo creado por imperativos comerciales para dar salida a los personajes sobrantes de X-Men, podría considerarse una suerte de cajón desastre que solo durante las etapas bajo la pluma de este guionista ha sabido adquirir entidad propia.
En esta ocasión (la tercera etapa de David en la cabecera) el grupo se presenta con grandes cambios tanto en su alineación como en su estatus profesional pero manteniendo los elementos que tan buen resultado han dado anteriormente. Recuperando a Polaris y Mercurio, la nueva encarnación incluye nombres tan variopintos como los de Gambito, Cifra, el alienígena biomecánico Warlock y la androide Peligro. Frente al equipo gubernamental y la agencia de investigación de volúmenes previos el nuevo X-Factor es un grupo patrocinado por industrias Serval, corporación privada gobernada por Harrison Snow, magnate filántropo lleno de secretos.
Este nuevo contexto permite a David lanzar sus dardos contra el corporativismo a través de las tensiones entre los idealistas héroes y los intereses privados de su nuevo y ambiguo patrón. La principal trama de los números incluidos en el presente tomo, con el rescate de la hija de un fanático antimutante que resulta ser ella misma una mutante, incluyen sus dosis de crítica social y debate moral, sin que ello implique sacrificar el entretenimiento a favor de un discurso pontificador. Aunque en esta ocasión el guión prolonga la trama de forma algo atropellada mediante el inesperado parentesco de la citada hija con un supervillano, el guionista subsana los puntos flacos mediante su habitual buena mano con la interacción entre personajes y los diálogos con chispa.
Los líos de faldas de Gambito –que incluyen haberse acostado inadvertidamente con la esposa de su nuevo jefe-, la desternillante lógica artificial de Peligro, el entrañable cuelgue amoroso de Warlock por esta última o el difícil carácter de Mercurio –personaje al que solo David parece como sacar verdadero partido- dan pie a los mejores momentos de la narración, que incluyen las ya consabidas referencias a la cultura popular –con puya a los films de Star Trek incluida- y un productivo uso de la continuidad. Que David recupere y resuelva de forma emotiva una trama que Mercurio lleva arrastrando casi una década (desde la saga Diezmados) resulta admirable en un panorama donde los ciclos editoriales son cada vez más breves y se tiende a las historias unitarias supeditadas a una posterior edición en tomos individuales.
En lo referente al apartado gráfico, la elección de Carmine Di Giandomenico resulta tan chocante como acertada pues su estilo, alejado del típico dibujo del cómic de género, otorga un look distintivo que tiene en la expresividad de los personajes su punto fuerte, complementando el trabajo de caracterización del guión. Una muestra del buen hacer de un autor que, sin apenas ruido mediático, rara vez decepciona.
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