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Fantasmas #1: Hurto Hechizado Agárrame esos fantasmas
Fantasmas #1: Hurto Hechizado USA - 2013 Guionista:Joshua Williamson Dibujante:Goran Sudzuka
Editorial:Planeta Cómic -
136 páginas - color
Precio:15,95€
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De un tiempo a esta parte Image se ha convertido en una de las marcas editoriales más interesantes del cómic USA. Lejos de las franquicias superheroicas con las que fue creada a inicios de los 90, la editorial se ha convertido en hogar para propuestas más imaginativas y menos constreñidas por géneros o continuidades del cómic mainstream. Fantasmas (Ghosted) de Joshua Williamson es un buen ejemplo de la coyuntura antes expuesta.
La propuesta de Williamson vendría a ser lo que en la industria cinematográfica se conoce como un high- concept: una idea atractiva que puede ser explicada de manera breve y sucinta, generalmente a través de la combinación de dos conceptos y/o obras preexistentes de éxito probado. Tal y como destaca el resumen argumental incluido en la contraportada del tomo editado por Planeta Cómic, Fantasmas podría definirse como una mezcla de Ocean's Eleven (2001) y El Resplandor (1980), uniendo las dinámicas de una película de robos con las historias de casas encantadas. La trama presenta a Jackson Winters, un veterano ladrón profesional que lleva varios años pudriéndose en la cárcel después de que su último trabajo se torciese provocando la muerte de todo su equipo. Liberado por un siniestro multimillonario aficionado al ocultismo, Winters recibe una singular propuesta: dinero y libertad a cambio de robar un fantasma de una casa encantada. Una insólita operación para la que deberá reclutar a un no menos peculiar grupo de colaboradores.
La postmoderna combinación de géneros utiliza varios de los lugares comunes de ambas temáticas, como la secuencia de reclutamiento de los diferentes personajes o la exploración de la supuesta casa encantada y sus secretos que va enrareciéndose progresivamente, pasando de la incredulidad inicial al caos sobrenatural. Igualmente los protagonistas apenas esconden su condición de arquetipos –el protagonista de pasado atormentado, el escéptico, el pícaro, la experta en ocultismo-. Por suerte, aún partiendo de situaciones y personajes tópicos, Williamson maneja dichos elementos insuflándoles de la personalidad necesaria para atrapar la atención del lector. De ese modo aquí y allá se van sucediendo giros inesperados –el verdadero origen de la maldición de la casa; el autentico plan para poder capturar a un fantasma- que dan entidad propia a la historia más allá de la sucesión de tópicos y homenajes. La tirante dinámica y el carácter ambivalente de los protagonistas logran matizar su personalidad, aportando capas de suspense y humor negro en forma de afiladas réplicas y reacciones sorpresa que acaban constituyendo la mejor baza del guión.
Con una estética más próxima al cómic europeo, el croata Goran Sudzuka (Y, el Último Hombre, Wonder Woman) aporta al guión la atmosfera adecuada, combinando un dibujo cercano al estilo de la línea clara con un acabado de lápiz difuminado y una paleta de colores ocre. Una combinación que da como resultado tanto la narrativa elegante y rápida que exige la historia con el tono siniestro y decadente requerido por su ambientación.
Concebida originalmente como una miniserie, la buena acogida ha propiciado su conversión en serie regular. A falta de saber si el concepto original es capaz de evolucionar más allá de su premisa inicial, Hurto Hechizado se presenta como un interesante comienzo que funciona al mismo tiempo como eficaz historia autoconclusiva.
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