Namor: El Primer Mutante #1 Lo sentimos, pero la colección hace agua por todos lados
Namor: El Primer Mutante #1 USA - 2011 Guionista:Stuart Moore Dibujante:Ariel Olivetti
Editorial:Panini Comics -
112 páginas - color
Precio:9,50
Hay personajes muy interesantes que están condenados a no alcanzar el éxito en solitario. El Hombre Submarino parece ser uno de ellos. No es que no haya lecturas interesantes en su pasado. Las historias clásicas, su papel en Los Vengadores o Los Invasores o la recordada y maravillosa etapa de John Byrne demuestran que Namor tiene mucho que decir. De hecho, la miniserie En las Profundidades, publicada también por Panini en su línea de novelas gráficas, ha sido una de las más interesantes aportaciones al personaje en los últimos años.
El problema parecen ser las series regulares, siempre con la excepción de la guiada por Byrne, por supuesto. En esta ocasión, el guionista Stuart Moore y el dibujante Ariel Olivetti han sido los elegidos para esta nueva tentativa de acercar al regente de Atlantis a la grandeza de la cabecera propia. No ayudan en nada los torpes guiones de Moore, aunque para ser justos, tuvo que ser complicado lanzar este título como parte del evento La Maldición de los Mutantes.
La necesidad de contar hechos comenzados en otra colección en un número uno condena desde un principio la narrativa y resta importancia a lo acontecido en ella. Los crossovers siempre han demostrado ser un duro golpe para los autores que no los crean. Prueba de ello son el Thor de J. M. Straczynski o el X-Factor de Peter David, obligados a dejar las líneas argumentales en curso para incorporarse a macroeventos. De hecho, esta historia de Namor enfrentado a vampiros y su búsqueda de una pieza fundamental para la derrota de los chupasangres, convierten al orgulloso atlante en un chico de los recados, muy alejado de la imagen poderosa y engreída propia de sus mejores épocas.
Es lo más acertado el arte de Olivetti, que encaja perfectamente con las escenas submarinas de la serie y dan algo de calidad al conjunto global. Desgraciadamente, él solo es incapaz de salvar este título de la mediocridad en la que lo han sumergido.
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