Los Vengadores #59 - #60 Panini nos traslada a la realidad donde Civil War nunca terminó
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Como hemos comentado en otros artículos, las nuevas Secret Wars han acabado con el universo Marvel tal y como lo conocíamos. El evento construido por Jonathan Hickman ha tenido desde el primer momento un objetivo “remodelador”, por más que desde la Casa de las Ideas se empeñen en no catalogarlo como un relanzamiento editorial. Para evitar repetirnos, vamos a comenzar todas nuestras entradas relacionadas con la macrohistoria, que Panini está publicando actualmente en nuestro país, con un ANTERIORMENTE EN que resuma a los recién llegados la realidad en la que están a punto de sumergirse. Así que, sin más preámbulos…
El Multiverso ha sido destruido. Ahora, todo lo que queda es Mundo de Batalla. Un gigantesco mundo, compuesto por fragmentos de realidades que han dejado de existir, gobernado con mano de hierro por la voluntad de su Dios y Señor, Victor Von Muerte. ¡Cada región es un dominio y las fronteras no deben cruzarse!
¿Estáis ya al tanto de casi todo? Pues seguimos...
La Guerra Civil que conocemos
Por supuesto, en un evento centrado en recuperar las realidades de algunas de las más recordadas sagas de la editorial, no podía faltar la creada por Mark Millar y Steve McNiven en la definitoria Civil War que, además, contará con una secuela directa el próximo año.
La macrohistoria creada por Millar nos presentaba el enfrentamiento entre las facciones nacidas a partir de la decisión del gobierno de ‘registrar’ a todos los seres superpoderosos bajo un acta de control que les permitiera desempeñar sus actividades heroicas. Tras una masacre resultado de un enfrentamiento entre los Nuevos Guerreros y un grupo de villanos para un exitoso reality-show, los poderes políticos de los Estados Unidos deciden poner en marcha el Acta de Registro, una ley que obliga a todos los que tienen algún tipo de habilidad superpoderosa a desvelar su identidad.
Huelga decir que habrá muchas voces que se levantarán en oposición a esta medida y, curiosamente, los papeles principales podrían verse como inesperados. El mayor defensor de esta ley no es otro que Tony Stark mientras que Steve Rogers decidirá luchar por la libertad del individuo y se opondrá abiertamente a este decreto.
A partir de aquí se desarrolló una saga con los más importantes personajes de la Casa de las Ideas adhiriéndose a uno u otro bando, inesperadas e impensables alianzas y espectacularidad al estilo superproducción hollywoodense que, sin embargo, ocultaba en su interior cuestiones muy interesantes respecto a la lealtad, el poder y las libertades individuales.
La conclusión del relato supuso un revulsivo para la totalidad del universo Marvel y, aunque no lo desvelaremos aquí para evitar estropearlo a los que no lo han disfrutado, cambió el status quo imperante hasta el momento.
La Civil War interminable
Pero, ¿qué pasaría si ese final nunca hubiera llegado y ambas facciones continuaran en guerra tras seis años de enfrentamientos? Eso es lo que Charles Soule y Leinil Yu se encargarán de narrarnos en esta serie limitada de cinco números que Panini ha recogido en estas entregas de Los Vengadores para deleite y comodidad de todos sus lectores.
En esta realidad, el conflicto nunca se solucionó y ha llevado a la creación de dos territorios enfrentados y con leyes y funcionamientos muy diferentes. Por un lado, El Hierro gobernado por el presidente Stark y con un férreo sistema de control superheroico. Su definición como estado soberano ha permitido a sus pobladores más recursos y posibilidades que a sus vecinos a costa, por supuesto, de algunas libertades básicas. Héroes como Hulka, Soldado de Invierno, la Visión o Ms. Marvel son leales a este estado.
Después tenemos El Azul nacido al oeste de este territorio y dirigido por el General Rogers, una zona en la que no es necesario registrarse como superpoderoso pero que cuenta con muchos menos recursos por su etiqueta de estado rebelde. Bajo el régimen de Rogers encontramos a Spiderman, Veneno, Tormenta y la mayoría de mutantes conocidos.
Soule comienza su historia con uno de los múltiples encuentros para tratar de encontrar la paz entre ambos bandos organizado por Miriam Sharpe, residente de La División. Su objetivo es alcanzar un acuerdo pacificador en el que ambos dirigentes accedan a entregar herramientas a la otra parte: tierras para asegurar la expansión del Hierro en el caso de Rogers y acceso a alimentos y recursos básicos en el de Stark.
Sin embargo, un atentado cuyo objetivo parece ser el dirigente del Azul acabará con la vida de Sharpe y pondrá a ambos lados al borde de una nueva guerra abierta mientras abre un nuevo interrogante en el conflicto: ¿Es posible que ambos héroes sean meras marionetas en el juego de una tercera parte que busca una guerra perpetua?
Nos encontramos ante una de las más entretenidas e interesantes propuestas de estas Secret Wars gracias a los vibrantes guiones de Soule –repletos de apariciones especiales, giros inesperados y acción salvaje- y los bombásticos dibujos de Leinil Yu que consigue plasmar la necesaria espectacularidad y magnificencia de un evento como este. Así que, ya sabéis, tomad partido por uno de los dos bandos y no dejéis pasar este título.
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