Grandes Autores de Batman - Darwyn Cooke: Ego

Explorando el lado más noir del Hombre Murciélago

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El canadiense Darwyn Cooke aterriza por méritos propios en la línea Grandes Autores de Batman con un tomo que reúne varias historias del Hombre Murciélago y de su universo, en las que Cooke ha participado como guionista, dibujante o autor completo. En primer lugar nos encontramos con la historia que da nombre al volumen. En Ego, seremos testigos de cómo el suicidio de la persona a la que intenta salvar del desquiciado Joker ha llevado a Batman al límite y, en su delirio, ha desdoblado sus personalidades para que Bruce Wayne pueda enfrentarse en un choque psicológico con su propio miedo, aquel al que los bajos fondos de Gotham han bautizado como Batman.


Mientras el lado oscuro de su psique intenta convencerle de que tome medidas más drásticas en su lucha contra el crimen, iremos recordando los orígenes del personaje, sus principales villanos y la razón por la que se viste cada noche y corre por los tejados de la ciudad. Cooke aprovecha para dejarnos momentos muy conseguidos, como un flashback que transcurre en casa de los Wayne, cuando Martha recibe como regalo de navidad el tristemente famoso collar de perlas que llevará el día de su asesinato, capaz de ponernos los pelos de punta.


La segunda gran historia recopilada en el tomo es El Gran Golpe de Selina, con la que el guionista y dibujante se encargaba de reinventar a Catwoman, sentando las bases para la serie regular que llegaría meses después, en la que Cooke estuvo fuertemente involucrado. Marruecos es el punto de partida de esta excepcional novela gráfica que sigue a nuestra protagonista tras un golpe fallido a las calles de Gotham, para verse envuelta en una trama de traición, celos y venganza como sólo Cooke sabe escribir.


El tomo se completa con historias cortas publicadas en las antologías Batman: Blanco y Negro y Solo, donde Cooke colabora con dibujantes como Tim Sale, en una genial cita entre Batman y Catwoman que transcurre en medio de una persecución, o con Bill Wray, para quien escribe un divertido relato que tiene a una estatua como involuntaria protagonista. El cuidado dibujo de Cooke se encarga del resto del tomo, llevando al límite su siempre cuidado y característico estilo cartoon con toques noir, para los que a menudo utiliza una composición de 9 o 12 pequeñas viñetas por página, con las que es capaz de narrar casi sin palabras. Un volumen perfecto para los fans del autor y para todos aquellos que saben disfrutar de una buena historia de Batman.