Batman Presenta: Academia Gotham #1 - Bienvenidos a la Academia

“…Y lo habría conseguido de no ser por estos entrometidos muchachos!”

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Bajo la premisa que hay que vender el máximo de cómics cada mes y tomando como referencia los personajes más populares de la casa, las editoriales a menudo inundan las estanterías con productos de dudosa calidad, centrados de forma muy leve en el personaje principal, de manera que, casi sin darnos cuenta, seguimos mes a mes las aventuras del primo de la novia del vecino de Peter Parker, en un desesperado intento por estar al tanto de todo lo relacionado con nuestro personaje favorito. Por eso mi primer acercamiento a Academia Gotham fue bastante cauteloso, seguro de que se iba a tratar de un nuevo subproducto de la franquicia del murciélago que no estaría a la altura de otras series. Sin embargo, leído el primer tomo de la serie, debo decir que estamos ante una de las revelaciones del pasado año, una serie que rebosa simpatía y buen hacer en cada página y de la que ya espero con ganas la segunda entrega.


Olive Silverlock acaba de comenzar su segundo año en la prestigiosa Academia Gotham, después de un verano bastante inusual que de momento está sumido en el misterio y del que poco a poco iremos conociendo más detalles. Para colmo, el director Hammer la ha citado en su despacho para encargarle que sea la guía de “Maps” Mizoguchi, una recién llegada a la academia, cosa que no le ilusiona demasiado, además de por tener que hacer de canguro de la chica porque se trata de la hermana pequeña del que pronto será su exnovio. A esto debemos añadir un genial elenco de secundarios, unas gotas de misterio sobrenatural y la presencia en las sombras del Hombre Murciélago para conseguir un brillante y muy recomendable cómic para todas las edades y públicos.


A medio camino entre los Runaways de Brian K Vaughan y cualquier episodio de Scooby Doo, es muy fácil dejarse atrapar por una historia que transcurre en una academia en la que se estudia la historia de Gotham, los Arkham y los Cobblepot y donde, a buen seguro, recibiremos la visita de ilustres secundarios del universo de Batman. Los fans más maduros podemos disfrutar de los pequeños detalles que nos brindan la serie, a veces tan sencillos como el hecho de que Bruce Wayne visite la academia o se haga cargo de la beca de nuestra protagonista. Sin embargo, el verdadero éxito de la serie es que es un punto de entrada perfecto para que los lectores más jóvenes lleguen a este rico universo, de la mano de Olive, Maps y los demás.


El dibujo corre a cargo de un prácticamente desconocido Karl Kerschl, un ejemplo perfecto del estilo amerimanga que hace no mucho causaba furor, que encaja a la perfección con la historia y los personajes, a los que diseña de forma desenfadada y moderna y de los que, gracias a los extras incluidos en el volumen, podemos comprobar la evolución y cambios sufridos desde los primeros bocetos al resultado final. Confiemos en que Kerschl se mantenga como dibujante regular de la colección, porque es complicado ahora que la imaginemos en manos de otro artista.