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Antes de Watchmen: El Comediante La historia americana según Eddie Blake
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ECC publica en tapa dura una nueva miniserie del proyecto con el que un soberbio conjunto de guionistas y dibujantes decidían honrar la célebre maxiserie de Alan Moore y Dave Gibbons, contando nuevas historias a modo de precuela, profundizando en sus personajes y escenarios y consiguiendo sin lugar a dudas enriquecer la aportación de los autores originales. Tras el tomo dedicado a Rorschach, Brian Azzarello vuelve a hacerse cargo del guión para contar la historia de Eddie Blake antes de que conociéramos su fatal destino en las primeras páginas de Watchmen.
El guionista hace un excelente trabajo a la hora de presentarnos al Comediante, un antihéroe con un ambiguo sentido de la moral, mujeriego y bebedor, que nos sorprende en más de una ocasión durante la miniserie, ya sea por su estrecha relación con la familia Kennedy o su postura política ante el conflicto de Vietnam. Aunque le veremos compartir viñetas con Búho Nocturno o Rorschach, la acción estará centrada en las aventuras en solitario del personaje y, sobre todo, en su llegada a Vietnam, un conflicto que, como a tantos otros americanos de su generación, le cambiará para siempre.
Resulta especialmente brillante la forma en que se introduce el asesinato de JFK en la trama, tanto a nivel de guión, ya que supondrá el detonante para la mayor parte de la historia, como por la sorprendente resolución del enfrentamiento del Comediante y Moloch, que se ve interrumpido por las primeras noticias del atentado. También es interesante la forma en que el guionista intenta ir añadiendo pequeños elementos de la primera serie en la precuela, como la transformación física que sufre el protagonista antes de perderse en la selva, que recupera los colores y diseño del ya famoso smiley para dar un aspectos aún más aterrador al desquiciado Blake.
El dibujo corre a cargo de J. G. Jones, a quien estamos más acostumbrados a ver como portadista que como dibujante de interiores. Quizás por eso, y por el flaco favor que le hacemos al compraarlo con Lee Bermejo, dibujante de la otra miniserie recopilada en tomo, el resultado final es algo menor del esperado, aunque Jones se defiende muy bien en la caracterización de los personajes y en algo tan complicado como plasmar en viñetas a personajes reales, como la familia Kennedy. Una historia sencilla y efectiva, que nos aporta más información sobre el personaje y algunos de los secundarios de una de las mejores historias del cómic jamás contadas.
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