Marvel Saga #5 – Daredevil #2: Partes de un Hueco

La llegada de Eco (Ecoooooo...)

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La conclusión del primer arco argumental del relanzamiento de Daredevil bajo el sello Marvel Knights dejó claras dos cosas: que Kevin Smith era una nueva voz a tener en cuenta dentro del cómic y que era un desastre absoluto con las fechas de entrega careciendo por completo de cualquier atributo parecido a la constancia y seriedad en su trabajo viñetil. Por esta razón, y tras el éxito que el personaje había conseguido en su nueva etapa, Joe Quesada y Jimmy Palmiotti se vieron en la tesitura de tener que buscar un substituto a la altura de las circunstancias que, además, reuniera algunos de los atractivos que Smith había aportado al título.


La respuesta la encontraron en David Mack, joven autor completo proveniente del panorama independiente que había lanzado un título llamado Kabuki en el que destacaban sus arriesgadas composiciones pictóricas y la caracterización de su protagonista que, curiosamente, era una asesina para una agencia gubernamental clandestina que tomaba mucha de su inspiración de la mismísima Elektra de Frank Miller.


Sin embargo, Mack se encontraba enfrascado en su colección y esto le impedía pasar a encargarse en solitario de las andanzas de Matt Murdock. La solución llegaría cuando Quesada aceptara continuar al frente del dibujo de su ‘serie mimada’ encargándose de los guiones de un Mack que quería ofrecernos un nuevo personaje femenino para el universo del Demonio Defensor que estuviera a la altura de Elektra Natchios. Y de esta manera, nació Eco.


El guionista nos presenta en las primeras páginas de su saga a Maya López, una artista sordomuda que ha tomado el mundo al asalto gracias a su capacidad de mimetizar cualquier comportamiento o acción con tan sólo verla. Además, tras el misterioso asesinato de su padre se convirtió en la protegida de Wilson Fisk que se ha asegurado de forzar sus habilidades para alcanzar todo su potencial y, quizás, servir de futuro refuerzo al imperio criminal de Kingpin.


Cuando un hombre decida visitar las oficinas de Nelson & Murdock y entregar pruebas condenatorias contra Fisk, Daredevil se verá inmerso en un juego del gato y el ratón que lo enfrentará al enorme villano que, además, habrá logrado convencer a Maya de que el verdadero asesino de su progenitor no es otro que nuestro sufrido protagonista. A partir de este momento, Murdock se debatirá entre su atracción por la joven y su necesidad de impartir justicia debiendo enfrentarse para ello a las miméticas capacidades de la aparentemente imparable Eco.


Una interesante saga que continuó la excelente etapa de Daredevil iniciada por Kevin Smith y a la que solo podemos poner el pero que supuso que las cada vez mayores responsabilidades de Quesada en el área editorial de la Casa de las Ideas le obligaran a abandonar el dibujo de la colección.

Afortunadamente y gracias en gran medida a los entintadores y coloristas del títulos, la transición a los lápices de David Ross no jugó en contra de la historia y ofreció una digna conclusión artística a la misma.