Och8: Paria

Viajes temporales. Nadie dijo que fuera fácil.

Och8: Paria USA - 2016
Guionista:Rafael Albuquerque y Mike Johnson
Dibujante:Rafael Albuquerque
Editorial:Panini Cómics - 128 páginas - color Precio:17,95€

PUNTUACION
4/5

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Desde que DC decidiera publicar mensualmente 52 colecciones, no han sido pocos los dibujantes que han realizado las labores de guiones en muchos tebeos. Es algo lógico si atendemos a la cantidad de páginas que hay que facturar para mantener esa cantidad de ejemplares adornando las estanterías de las librerías especializadas. Los resultados no siempre han sido positivos ya que, sabiduría popular aparte (“Zapateros a tus zapatos”), no todo el mundo está igualmente capacitado para crear una historia y llevarla hasta buen puerto. Pero claro, también los hay que son unos aventajados y suelen entregar trabajos más que dignos, superando incluso a algunos escritores del medio.


El dibujante Rafael Albuquerque es conocido principalmente por narrarnos las aventuras del primer vampiro de la historia en el clásico moderno American Vampire junto a un guionista de altos vuelos, Scott Snyder. Puede que tras el puñado de entregas que han creado juntos, el dibujante haya aprendido la lección y tras tomar buena nota de los secretos para escribir un buen guión, se lance a la aventura para traernos una miniserie como autor completo (ayudado en la parte argumental por Mike Johnson). Och8: Paria es el resultado de ese aprendizaje y, tras su lectura, podemos afirmar que ha hecho bastante bien los deberes.


Y lo hace con un relato de ciencia ficción perteneciente a la corriente high-concept, una etiqueta que suele venir acompañada de una premisa tan interesante como potente, basándose en un planteamiento del tipo “¿Qué pasaría si…?”. Una trama donde los viajes en el tiempo están a la orden del día, nuestro protagonista, un crononauta con una misión, sufrirá una serie de problemas en el trayecto, imprevistos que lo llevarán a una situación bastante preocupante, sin saber muy bien dónde está, ni siquiera cómo o por qué ha llegado hasta ahí. Albuquerque se las apaña bastante bien para ir insuflando complejidad e interés a la historia con el paso de las páginas.


Los lectores iremos obteniendo respuestas a los numerosos interrogantes que nos vamos a encontrar a lo largo del volumen, y lo haremos con numerosas sorpresas perfectamente ocultas entre tanto misterio y desconocimiento. Un guión que está a la altura (recuerden que Johnson le echa una manita en estas labores) de una parte gráfica sublime, algo a lo que nos está acostumbrando el artista brasileño en la cabecera Vertigo, y que aquí se saca de la chistera una serie de páginas que dejará satisfecho al aficionado más exigente. Panini sabe muy bien rebuscar en los catálogos independientes para encontrar joyas como este Och8. Que siga la fiesta.