Grandes Autores de Batman - Paul Pope: Año 100 y Otras Historias

Gotham City, año 2039. Tengan cuidado ahí fuera

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Cuando el nombre de Paul Pope se asocia a un proyecto, los lectores sabemos que el resultado final no va a ser un cómic al uso y, que aunque hace bastantes años que el autor independiente se mueve con soltura en terrenos más superheróicos que alternativos, jamás ha perdido la frescura, originalidad y, sobre todo, ese trazo tan sucio y desdibujado que le caracteriza. Las primeras páginas del tomo que ahora recupera ECC así lo demuestran. Acompañamos a Batman mientras huye por los tejados de una jauría de perros que quiere darle caza. Lo primero que notamos, y que Pope plasma a la perfección en tan solo unas viñetas, es que aquí nos encontramos con un Hombre Murciélago más humano y casi creíble que en otras ocasiones. El magnífico dibujo del autor nos transmite la falta de aire, el cansancio y el sudor del personaje mientras lucha por no ser cazado.


Este hiperrealismo enlaza sin duda con el tono del cómic. Estamos en el año 2039 y los Lobos de Gotham, nombre con el que se conoce a la policía de la ciudad, controla la sociedad de forma asfixiante. Los ciudadanos no tienen nadie a quien acudir, aunque los rumores sobre un nuevo Batman son cada vez más insistentes pero, de ser cierto que Gotham tiene un nuevo protector, ¿cuál es su relación con el que conocíamos, que ha sido ya casi olvidado por todos? James Gordon, nieto del comisario Gordon, será el encargado de investigar el caso, si es que se lo permite el nuevo autoritarismo que se ha impuesto en la ciudad, donde la tecnología controla cada uno de nuestros movimientos.


Aunque el punto de partida pueda resultarnos algo familiar, sobre todo en la parte de la sociedad sofocada por su gobierno y futuro distópico y desesperado como escenario, pronto descubriremos que este Batman Año 100 está lleno de posibilidades y de interesantes giros, así como de continuas referencias al personaje en sí, ya que cuando se lleva a cabo la investigación se sitúan las primeras apariciones en mayo de 1939, el año de creación del personaje, y los cambios introducidos en la tecnología provocan más de una sonrisa cuando los personajes se refieren a un CD-Rom o a un disco de 3 ½.


Siguiendo la línea realista del tomo, este nuevo Batman viste botas militares, lleva ropa de entrenamiento y utiliza falsos dientes afilados para infligir en sus victimas el miedo que antaño creaba con su sola aparición. Hasta los poderes mentales del supervillano de turno son convenientemente traducidos y justificados, explicándose como una “habilidad clínica persuasiva hipersensitiva latente”. El tomo se completa con varias historias cortas del autor, entre las que destaca otra interesante versión del murciélago, esta vez de corte germano, y con los completísimos bocetos del autor acerca del vestuario del personaje, el contenido de su cinturón, etc. Todo ello una nueva prueba del cuidado con el que Pope prepara sus trabajos. Una versión diferente y trepidante de Batman que merece y mucho la pena.