Grandes Autores de la JLA - Mark Waid: La Torre de Babel

Semillas de desconfianza

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Publicada a renglón seguido del relanzamiento del grupo a manos de Grant Morrison, la etapa de Mark Waid como guionista de la JLA siguió las directrices impuestas por su predecesor con historias épicas cargadas de acción espectacular y un ritmo trepidante. Sin embargo, La Torre de Babel, su primera saga, vino acompañada de un giro dramático con el que Waid sacudió la misma esencia de la cabecera y su grupo protagonista.


El argumento, que relata el enésimo intento del villano Ra´s Al Ghul para poner en marcha sus planes de genocidio global en favor de un planeta contaminado y explotado, conlleva en este caso un implacable ataque preventivo para neutralizar a los miembros de la Liga de la Justicia. Ataque realizado con un éxito inédito gracias a la detallada información robada a uno de los propios miembros del grupo: Batman. Los archivos y planes de ataque desarrollados por el Hombre Murciélago contra sus propios compañeros facilitan al villano una estrategia tan ingeniosa como implacable, que pone al grupo contra las cuerdas mientras el caos crece a nivel planetario y la confianza entre los protagonistas queda severamente dañada.


A pesar de las grandes secuencias de acción que jalonan el relato en forma de estratégicas trampas diseñadas específicamente para cada héroe, Waid logra que el tira y afloja entre los personajes y sus diferentes posturas frente a la “traición” de uno de los suyos sea lo que proporcione al relato sus mejores momentos, destacando el debate final sobre la expulsión de Batman. Todo ello ilustrado por un desigual Howard Porter que, si bien sabe imprimir ritmo y fuerza a las citadas escenas de acción, demuestra sus carencias (expresividad, anatomía, continuidad gráfica) en los momentos más pausados.


El presente tomo editado por ECC se completa con el arco argumental inmediatamente posterior donde la Liga, ya sin la presencia de uno de sus miembros, afronta una amenaza salida del mundo de la fantasía litería. Un arco ilustrado por el mucho más versátil y espectacular Bryan Hitch, que sabe dotar al relato de un tono propio de la fantasía heroica más oscura, aunque por desgracia su lento rimo de trabajo obligue a la colaboración ocasional de dibujantes como J.H. Williams y Javier Saltares. En esta segunda historia, Waid se divierte realizando una relectura de los clásicos cuentos infantiles (Blancanieves, La Bella Durmiente, Hansel y Gretel) y jugando con la diferencia entre la idea generalizada a través de sus modernas e inofensivas versiones y la mucho más siniestra y salvaje naturaleza original de dichos relatos.


Una historia que, aunque permite una lectura independiente, no descuida las consecuencias negativas entre los personajes legadas por la trama previa. Dos sagas que sintetizan la esencia del género superheroico más clásico y las virtudes que lo siguen manteniendo vigente.