Ladrón de Ladrones #5

Hay un nuevo Redmond en la ciudad

Ladrón de Ladrones #5 USA - 2016
Guionista:Andy Diggle
Dibujante:Shawn Martinbrough
Editorial:Planeta Cómic - 136 páginas - color Precio:15,95€

PUNTUACION
4/5

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Han pasado tres meses desde los hechos que cerraban el anterior tomo y nadie ha vuelto a saber de nuestro protagonista hasta ahora. Una inesperada visita a Celia nos dará pistas sobre su actual paradero y, sobre todo, sus intenciones tras el rescate con el que finalizaba el anterior arco, con el que muchos creíamos que se cerraba la serie. Por suerte, y tras algunos meses de espera, se confirmaba que a esta mezcla de Ocean´s Eleven y Criminal aún le quedaba cuerda para rato y se anunciaba la llegada de nuevas entregas que, sin embargo, siguen siendo algo erráticas en su publicación con constantes parones.


Andy Diggle se toma su tiempo para arrancar esta nueva etapa, donde se estrena como guionista en solitario (recordemos que en anteriores ocasiones los guionistas se turnaban siguiendo las pautas marcadas por Robert Kirkman, creador de la serie), y poco a poco va estableciendo el tono para cerrar el primer número con una sorpresa que resultará el detonante de toda la saga. Ante el aparente abandono de Conrad Paulson de sus tareas habituales, alguien ha tomado el nombre de Redmond y lo está aprovechando para cometer nuevos robos. Aunque no desvelaremos aquí de quien se trata, diremos que es alguien sobradamente conocido por los lectores, con una cercana relación con el anterior protagonista de la serie.


Sin embargo, sólo hay un verdadero Redmond, y su nuevo alter ego será encarcelado tras un fallido intento de robo, lo que forzará a Conrad a volver a la luz para deshacer el lío causado. La inoportuna reaparición de Elizabeth Cohen complicará aún más las cosas para Paulson, que deberá asumir de nuevo su rol del mejor ladrón de todos los tiempos si quiere salir airoso. Shawn Martinbrough sigue al frente de la parte artística de la colección y su aparente dureza a la hora de plasmar las expresiones de los personajes, que subraya mediante el uso de gruesas líneas delimitando los otros rostros y de un gran apoyo de su colorista Adriano Lucas, ha terminado por convertirse por su tarjeta de presentación y ya supone un personaje más de la serie.


Diggle demuestra estar a la altura de sus predecesores y nos deja una lectura intrigante y adictiva, que se devora de forma perfecta en formato tomo y que, como de costumbre, nos hace preguntarnos por la próxima entrega de la colección, y de lo que les depara el futuro a sus cada vez más atribulados protagonistas.