Fandigital y Comicdigital emplean cookies para determinadas funcionalidades. Si continúa navegando asume la aceptación de las mismas.
Marvel Saga #18 - El Asombroso Spiderman #6: Pecados del Pasado Comic Digital
REVISTA ESPECIALIZADA EN CÓMIC
"¿Sabías que el oxigeno fue descubierto en 1847? Me pregunto que respiraba la gente hasta entonces." Groucho / Dylan Dog #10
ID

Marvel Saga #18 - El Asombroso Spiderman #6: Pecados del Pasado

Los peligros de la retrocontinuidad

Un artículo de José María Pérez Cuajares - Introducido el 15/11/2016

Artículos relacionados

· Marvel Saga #3 - El Asombroso Spiderman #1: Vuelta a Casa

· Marvel Saga #6 - El Asombroso Spiderman #2: Hasta que las estrellas se congelen

· Marvel Gold - El Asombroso Spiderman #7: La Saga del Clon

Puesto casi de moda por el siempre solvente Brian Michael Bendis, la retrocontinuidad es algo tan sencillo de explicar como volver al pasado del personaje para contar una historia que se pasó por alto en su momento y que, casualmente, va a tener grandes repercusiones. Por ejemplo, contarnos que nuestro protagonista tiene un hermano gemelo del que jamás hemos oído hablar, pero del que se nos cuenta un pequeño pasaje de la infancia, para traerlo de vuelta al mes siguiente e incorporarlo a la continuidad como si nada hubiera pasado. El principal problema, además de lo forzado de su planteamiento, es que dependiendo de lo que se añada a la mitología del personaje, el guionista se juega mucho con este movimiento, ya que los fans no tienen otra cosa que hacer que esperar a estos pequeños cambios para amenazar de muerte al escritor de turno.


Algo así fue lo que le pasó a J.M. Straczynski al finalizar la saga que ahora se recopila dentro de la línea Marvel Saga. Después de su llegada a la serie y de conseguir grandes críticas y el favor del publico, el guionista decidía volver la vista atrás y echar mano de Gwen Stacy, la eterna novia del personaje, que falleciera años atrás, y a la que siempe rodeaba un blanco halo de pureza e ingenuidad, para contarnos, al más puro estilo sensacionalista, su fugaz relación con Norman Osborn y el fruto de la misma, en la forma de dos bebés gemelos. Como podréis imaginar, internet se convirtió en el punto de encuentro de sociópatas y gente de peligrosa reputación que reclamaba la cabeza de Straczynski como suya, incapaz de entender las razones que habían movido a la editorial a tocar un personaje hasta ahora intocable.


Dejando a un lado la polémica que acompañó a esta historia durante años, nos cuesta comprender porqué a alguien capaz de escribir algunos de los mejores números del personaje y de crear en poco tiempo un nuevo enfoque y nuevos enemigos para nuestro trepamuros, se limitaba a rebuscar en el rico pasado de Peter y traer a la luz un vergonzoso secreto del pasado, más allá de las simples ventas, que como suele suceder en este tipo de historias, se dispararon más allá de lo habitual. Además, los hechos que aquí se cuentan obligan a una nueva lectura del mítico número en el que veíamos morir a Gwen, sobre todo porque la persona culpable de su muerte tenía ahora motivos bastante distintos para acabar con su vida.


Si sacamos la historia de continuidad, se trata de una sencilla y pequeña anécdota, de un bajón de calidad dentro de la etapa del guionista, que sí nos deja buenos diálogos y el arte de Mike Deodato Jr, que se estrenaba como dibujante regular de la serie, aunque con muy poca fortuna, por llegar justo cuando los palos comenzaban a llover y la calidad del guionista era puesta en duda. Por suerte, las sagas restantes antes de su marcha demostraron que tan solo se trataba de una mala decisión y que aún le quedaban buenas historias por contar del personaje.


contactarEdición impresa