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Astro City: Cosas del Pasado La sombra del pasado es alargada
Astro City: Cosas del Pasado USA - 2016 Guionista:Kurt Busiek Dibujante:Brent Anderson, Ron Randall
Editorial:ECC Ediciones -
136 páginas - color
Precio:15,50€
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Perteneciente al género de superhéroes, Astro City ha sabido distinguirse dentro de la ingente marabunta de historias del mismo gracias a un enfoque consistente en abordar su temática fantástica desde una perspectiva realista y cotidiana de la vida. Y al igual que sucede en el mundo real, dicha vida engloba facetas muy distintas. Algo que ha permitido a sus autores abordar argumentos pertenecientes a diversos géneros sin por ello abandonar la parcela temática a la que la cabecera pertenece realmente. La última entrega editada en España por ECC recopila dos historias que ejemplifican a la perfección dicha coyuntura y que, completamente distintas entre sí, tienen en común la forma en que sus protagonistas ven como su propio pasado vuelve para perturbar su presente.
En la primera de ellas, Kurt Busiek y Brent Anderson recuperan a Carl Donewicz, el villano reformado conocido como Jack Acero y que previamente había protagonizado El Ángel Caído, uno de los arcos argumentales más emotivos de la serie. Mientras intenta rehacer su vida, el viejo supervillano se ve involucrado a su pesar en una trama relacionada con artilugios de viejos criminales que implica a Alfanje, su antigua socia delictiva y amante. Partiendo del propio diseño gráfico de los protagonistas, con premeditado parecido físico a rostros del Hollywood clásico como Robert Mitchum y Maureen O´Hara, Busiek y Anderson tejen una historia que, privada de pieles de acero, robots asesinos, cuchillas de energía y artilugios voladores, seguiría funcionando a la perfección como un relato 100% noir. La narración juega con los arquetipos y lugares comunes del género –el detective perdedor pero de firmes convicciones, la femme fatale repleta de secretos, el cerebro criminal en la sombra, sus brutales matones…- pero evita el pastiche fácil gracias a su labor dibujando la personalidad del protagonista y haciendo que el espectador se identifique con él.
La segunda historia en cambio se centra en Resorte –nueva y poco afortunada traducción al castellano para Jack Caja de Sorpresas- y los diferentes personajes que han portado la máscara de dicho héroe a lo largo de varias décadas. Un legado de esperanza marcado por la tragedia, haciéndose patente esta última cuando la excavación de la base destruida de un antiguo villano arroje nueva luz sobre un oscuro episodio del pasado. Un secreto que no solo afecta al linaje del héroe, sino también al de uno de sus enemigos. Una historia dramática sobre el peso y responsabilidad de un legado donde las escenas de acción y el despliegue de proezas sobrehumanas acaban siendo la parte menos interesante del conjunto. Desgraciadamente Anderson cede los lápices a un Ron Randall competente pero incapaz del nivel de detalle de su compañero para esta segunda historia, haciendo que el resultado se resienta ligeramente. Con todo, ambas historias demuestran la más que notable salud creativa de una serie que, pese a su errática publicación durante los últimos años, no parece dar síntomas de agotamiento para regocijo del lector.
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