La Cacería de los Titanes

El renacimiento de la grandeza empieza aquí

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Que Los Jóvenes Titanes es uno de los grupos superheroicos con más solera del mundo viñetil es algo que está fuera de toda duda gracias a la sobresaliente etapa de Marv Wolfman y George Pérez. Estos dos autores consiguieron con su trabajo algo impensable como es plantarle cara a los todopoderosos mutante de Marvel. Desde entonces, la formación capitaneada por el Robin de turno, siempre ha sido vista con muy buenos ojos por los aficionados. Sin embargo, poco a poco, y muy especialmente durante Las Nuevas 52, ese sentimiento se fue diluyendo por la calidad de algunos de sus tebeos.


Pero claro, ahora estamos hablando de Renacimiento, el nuevo movimiento editorial con el que DC Comics ha conseguido encandilar de nuevo a público y crítica. Una vuelta a la grandeza, unos personajes que supuran carisma y heroicidad, unos tebeos que nos hacen soñar otra vez con la grandeza que se vivió durante mucho tiempo. Previo al ya clásico especial firmado por Geoff Johns y algunos de los mejores ilustradores del mundillo, se publicaron algunas miniseries que bajo el epígrafe Camino a Renacimiento iban preparando el terreno para lo que se nos venía encima.


Tras la exquisita Lois \& Clark, llega este La Cacería de los Titanes, una miniserie de ocho entregas que vuelve a poner en el candelero a la panda al completo, en busca de un Wally West que tendrá su peso específico dentro de los acontecimientos futuros. Una aventura de sabor clásico donde “olvidados” como Roy Harper, Donna Troy, Aqualad o Dick Grayson vuelven para quedarse y hacer lo que mejor saben hacer: entretener al respetable. Algo que parece sencillo pero que tras echar un ligero vistazo a las aventuras más recientes, no lo resulta tanto.


El planteamiento de la historia es bastante efectivo, cada uno de los titanes se encuentra actualmente viviendo su vida, desde Roy Harper, un borrachín sin rumbo, hasta Dick Grayson, luchando contra el crimen en su nueva faceta de súper espía. Todos parecen tener un cometido pero hay algo que los une a todos, ninguno recuerda su paso por la formación de los jóvenes justicieros. Poco a poco y a medida que se cruzan sus caminos, irán recuperando los recuerdos. Obviamente, tras todo esto se encuentra un enemigo clásico del grupo, una mente maestra que orquesta la trama desde las sombras.


El guionista Dan Abnett es el encargado de traer de regreso la mejor versión del grupo, un trabajo que requería de cierta valentía ya que los seguidores de la formación mirarían con lupa los resultados. Solo podemos añadir que la prueba ha sido superada con creces, con un gran nivel a la hora de escribir una historia interesante y, sobre todo, con la caracterización de los personajes. El apartado artístico corre a cargo de gente tan competente como Stephen Segovia, Geraldo Borges, Paulo Siqueira y Paul Pelletier, todos ellos realizando un trabajo magnífico, dando un resultado más que notable en este paso previo al evento del año.