100% Marvel - La Visión #2: Poco Mejor que Una Bestia

Concluye una de las más innovadoras e intrigantes propuestas de la nueva Marvel

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Lo bueno, si breve, dos veces bueno… Esa parece ser la máxima sobre la que se ha construido la colección que se cierra con este segundo volumen y que nos ha ofrecido un inesperadamente desgarrador y brillante retrato de uno de los más queridos personajes del universo vengador. La Visión siempre ha sido un personaje imposible, un ser creado artificialmente pero ansioso por saborear y entender el significado de estar vivo. Un autómata que, a lo largo de su historia, ha experimentado el amor, el heroísmo, la humanidad y la desgracia más desgarradoras y que, aún así, siempre ha encontrado la manera de mirar a sus compañeros humanos con una mezcla de fascinación y esperanza.

Debido a las posibilidades del personaje y, sospechamos, a su peso específico en la secuela vengadora estrenada años atrás, Marvel había decidido darle una nueva colección que se enmarcaba perfectamente en esa corriente llamada Marvel Hipster que entregaba originales miradas a personajes de la Casa de las Ideas con el objetivo de llamar la atención de nuevos potenciales lectores sin perder el apoyo de los ya convencidos. De esta vertiente editorial nacieron títulos tan atrayentes como Ojo de Halcón, Caballero Luna, Estela Plateada o Hulka que unían calidad y comercialidad y miraban a sus protagonistas desde un prisma alucinantemente innovador.


Sin embargo, nada se parece a lo logrado en este título por Tom King, guionista de última hornada que ha conseguido obras altamente aconsejables y que ha sido fichado en exclusiva por la renacida DC. El escritor abrió en el anterior tomo una serie de interrogantes que nos permitían mirar a La Visión con ojos renovados, sospechosa curiosidad y, ¿por qué no?, un ápice de nervioso terror. Al fin y al cabo, cuando uno de los más poderosos vengadores decide crearse una familia propia con una esposa y dos hijos adolescentes y mudarse a los suburbios americanos del universo Marvel para llevar una existencia de monótona normalidad, ¿qué podría salir mal?


Tras los hechos del anterior tomo, la sensación de fatalidad y tragedia que impregna la obra desde sus primeras páginas se potencia gracias al amenazador uso de textos de apoyo que King despliega en cada una de sus páginas y que vaticinan una brutal catástrofe que pondrá en jaque la misma existencia del universo Marvel. El guionista consigue transmitir la soledad y esperanza que ha llevado a nuestro protagonista a “fabricar” la familia perfecta y, gracias a un trabajo increíble de caracterización, consigue que cada uno de estos seres sintéticos se convierta en una “persona” real, rebosante de miedos, sentimientos y, por supuesto, vida.

El dibujo de Gabriel Hernández Walta nos sumerge por completo en este mundo a medio camino entre la ciencia-ficción costumbrista y el terror psicológico, transformando la propuesta de King en una historia de belleza asfixiante que no da respiro al lector y que contiene algunas de las escenas más conmovedoras y salvajes que podéis encontrar en el cómic actual.


Mención especial merece el número que abre este volumen en el que King y Hernández Walta realizan un emotivo recorrido por la vida de la pareja formada por La Visión y la Bruja Escarlata, recordando a los lectores la compleja historia de este inesperado matrimonio y buceando en algunos de los momentos más desgarradores de la historia Marvel.


Coloreado de manera sublime por Jordie Bellaire, solo nos queda volver a recomendaros que no os perdáis esta serie, lamentar la corta vida de esta insuperable propuesta y desear que Tom King vuelva en algún momento a la Casa de las Ideas para continuar la épica saga de nuestro androide favorito.