Flash de Geoff Johns: La Guerra de los Villanos

Una guerra de bandas que amenaza con destruir Keystone

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Geoff Johns ha sabido definir como pocos la esencia del superhéroe. En anteriores trabajos suyos, como Hawkman o Green Lantern ya dejaba buena muestra de ello, rescatando a los personajes de largos letargos editoriales y devolviéndoles a la primera línea. Sin embargo, el caso de Flash es especial ya que Johns ha demostrado un cariño muy especial por el personaje en multitud de ocasiones, la última de ellas en el especial Renacimiento, de obligada lectura para todos los que quieran estar al día de lo que se cuece en el Universo DC o que simplemente quieran disfrutar de un buen cómic. Sin embargo, Johns aporta algo más a su Flash y es la creación de una galería de villanos que hace palidecer a las de otros héroes. Y no solo por el número, sino porque se toma la molestia de definir uno a uno a estos antagonistas, sus orígenes y motivaciones, lo que enriquece el resultado final y los hace más humanos y creíbles.


Llegamos ahora al tomo final de la etapa de Johns, que arranca con una de esas historias que tan bien define lo anteriormente expuesto. Espejito, Espejito, Dime una cosa tiene al Amo de los Espejos como protagonista, o mejor dicho, a Evan McCulloch, el huérfano escocés que desde muy pequeño ha sabido que es la violencia, las drogas y los ajustes de cuentas. Durante 22 páginas, Johns nos cuenta su desgarradora historia, cómo consigue el traje que le da sus poderes, avanza poco a poco en la trama global del tomo, y hasta tiene tiempo de regalarnos una splash page final que nos deja impactados.


Durante las sucesivas entregas, veremos como Mick Rory se convierte en Ola de Calor, en una entrega ilustrada por Peter Snejberg, o como Justiniano se encarga de transformar al agente del FBI James Jesse en uno de los principales villanos de la colección. También tendremos tiempo de que Wonder Woman nos haga una visita, y es que durante la estancia de Greg Rucka en la serie de la Amazona, uno de sus números se cruzaba con la serie de Flash, donde Zoom y Cheetah ponían a la pareja de héroes en peligro. Poco a poco, y con la maestría habitual de Johns, el ambiente se va caldeando entre los villanos, propiciando una guerra de bandas que, además de dar título al tomo en una saga en 6 entregas, amenaza con destruir la ciudad. A diferencia de otros cómics, los personajes toman decisiones meditadas y unos acontecimientos llevan a otros, sin que nada de lo que ocurre lo haga de forma sorpresiva o poco razonable. Las dos facciones, capitaneadas por sendos villanos expertos en manejar el frío y el calor, van a enfrentarse y sólo Flash puede detenerlos.


También se las arregla Johns para incluir en las tramas los aspectos personales del personaje, algo que también le ha caracterizado en las series que escribe. En este caso, la relación de Wally y Linda será el centro de atención y no sólo por el regreso del temible Profesor Zoom, sino porque el destino de los hijos de ambos está en juego. Un tomo que pone el broche de oro a una magistral etapa, que por fin vuelve a estar disponible para el gran público, y que debe estar en las estanterías de todos los aficionados al buen cómic.