Daredevil: El Hombre sin Miedo #10 - El Bluff del Hombre Ciego Nuevos tiempos, viejos amigos
Daredevil: El Hombre sin Miedo #10 - El Bluff del Hombre Ciego EE.UU - 2016 Guionista:Charles Soule, Roger McKenzie Dibujante:Varios
Editorial:Panini -
136 páginas - color
Precio:12,5
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El anterior volumen de la serie iniciaba una nueva etapa con la que el guionista Charles Soule devolvía a Matt Murdock y su alter ego a su estatus quo original tras los importantes cambios en el mismo de los últimos años. Un reinicio por las bravas cuya explicación quedaba pendiente envuelta en el misterio. Misterio que los números incluidos en este nuevo tomo siguen sin explicar, pero al que el guionista saca partido con un trío de historias que ponen a prueba ese nuevo (viejo) escenario. Para ello nada mejor que cruzar a Daredevil con tres personajes de su pasado cuya relación ha cambiado significativamente ahora que desconocen la verdadera identidad tras la máscara del héroe.
El tomo se abre con una historia sobre el regreso de Elektra que recalca la espinosa relación amorosa entre el héroe y la ambigua asesina. Y lo hace mediante una revelación que sacude tanto los cimientos de la misma como los de la propia continuidad. Una sorpresa mayúscula que, por desgracia, acaba siendo resuelta de forma tan torpe como forzada, frustrando las expectativas tanto del protagonista como de los propios lectores. Dibujada por Matteo Buffagni respetando las constantes gráficas imprimidas por Ron Garney a esta nueva etapa –especialmente el contraste de colores próximo al blanco y negro- pero sin su misma pericia.
Mucho más satisfactoria resulta la segunda historia, ambientada en un lujoso casino del sudeste asiático y más cercana a un film de robos imposibles que a una historia de superhéroes aún contando con la aparición de Spiderman. Pese al tono oscuro impuesto por la paleta de colores, los lápices de Goran Sudzuka otorgan al resultado una estética más suave y fluida, que mejora las de la trama precedente tanto en la expresividad de los personajes como en el ritmo de unas escenas de acción a las que esta historia concreta concede una gran importancia. Dicho esto, es en la interacción entre los ambos héroes y la desconfianza que ahora anida en la mente de Spiderman donde Soule aporta los detalles más memorables, dando ciertas pistas acerca de ese misterio que se ha convertido en el centro de su etapa.
El tomo se cierra con la inclusión de un annual que implica dos regresos. El primero tiene que ver con Eco, interesante personaje de nuevo cuño creado en las páginas de la serie que nos ocupa durante la etapa Marvel Knights y tristemente malogrado por Brian Bendis en sus apariciones posteriores. Su regreso de entre los muertos –también carente de explicación- se resuelve mediante un entretenido relato de acción que aprovecha las características únicas del personaje -su relación con el sonido- y abre la puerta a nuevas historias que exploren adecuadamente su potencial. El segundo retorno es el de Roger McKenzie, veterano guionista que acompañó a Frank Miller durante los primeros compases de su definitoria etapa y que recupera aquí a uno de sus personajes favoritos: Melvin Potter, el Gladiador. Haciendo de la veteranía un grado, McKenzie realiza en apenas diez páginas un retrato psicológico del violento e inestable villano que deja con ganas de más. Un veredicto aplicable a la totalidad de este tomo, continuación de una etapa que, sin carecer de interés, aun supone una incógnita a la hora de ser valorada adecuadamente.
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