¡Cage!

Diversión con sabor añejo

¡Cage! USA - 2017
Guionista:Genndy Tartakovski
Dibujante:Genndy Tartakovski
Editorial:Panini Cómics - 112 páginas - color Precio:15,00€

PUNTUACION
3,5/5

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Ha tenido que pasar mucho tiempo desde que Marvel anunció a bombo y platillo su colaboración con Genndy Tartakovski para realizar una miniserie protagonizada por Luke Cage. En concreto una década desde el primer anuncio hasta su publicación efectiva en el tomo recopilatorio que Panini acaba de editar por estos lares. Los numerosos compromisos profesionales de Tartakovski en el campo de la animación televisiva y cinematográfica iban retrasando sine die la publicación de un proyecto al que la curiosidad por ver la visión del universo Marvel del responsable de Samurái Jack y Star Wars: las Guerras Clon otorgó unas enormes expectativas. Expectativas que al final pueden ser más un impedimento que una ayuda a la hora de juzgar el resultado.


Ajeno del actual repunte de popularidad del personaje, Tartakovski prefiere volver a las raíces del héroe de alquiler con una aventura que recupera tanto estética como argumentálmente los rasgos de la cultura blaxploitation a partir de los que fue creado originalmente. Tartakovski devuelve así a Luke Cage a los años setenta, con su peinado afro, su camisa amarilla y su cinturón de cadenas en una aventura que se recrea en los tópicos de la cultura pop de la época como la psicodelia, el boom de las artes marciales y la fugaz aparición de otros personajes representativos de dicho periodo como el Hermano Vudú, Dazzler (con la inevitable referencia a la música disco) o Puño de Hierro. Un cóctel nostálgico donde también caben referencias a eventos de la continuidad Marvel –como la aparición de los X-Men con referencia a la saga de Fénix Oscura incluida- aunque no esté tratada de manera estricta.


Este último detalle resulta significativo de las intenciones del autor, que en ningún momento intenta añadir la serie a la continuidad o trata de fijar un punto y aparte en el canon del personaje. Al contrario: su intención es la de combinar su propia nostalgia como antiguo lector con la diversión ligera, de ritmo endiablado y estética engañosamente infantil que ha caracterizado su trayectoria animada en títulos como El Laboratorio de Dexter y Las Supernenas. La premisa argumental que sostiene los cuatro números es mínima, más propia de un episodio de una serie cartoon que de un cómic estándar y que Tartakovski utiliza como mera excusa para desarrollar dinámicas escenas de acción con un toque de humor enloquecido. Algo que incluye momentos estéticamente sublimes como la larga secuencia alucinógena en la que el protagonista es drogado por sus enemigos y que sirve al autor para experimentar con los colores, la iconografía hippie e incluso hacer un inesperado homenaje a Robert Crumb.


Quienes esperen una obra trascendente dotada de cierta densidad argumental no la encontrarán aquí. A cambio ¡Cage! ofrece un pequeño y agradable divertimento que se lee en un suspiro, teniendo en sus deliciosos diseños gráficos y expresividad 100% dibujo animado su mejor virtud.