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Astonishing Thor Tormenta cósmica
El poderoso Thor ha de hacer frente de nuevo a las amenazas que Ego, el planeta viviente y de su recién descubierto hermano suponen para la tierra. Poco sospecha que detrás de todo este asunto existe una relación con un olvidado episodio de su juventud.
Bajo el apelativo Astonishing, Marvel lleva una temporada editando una serie de proyectos que, independientemente de autores o los personajes utilizados, se inscriben en unos parámetros creativos muy concretos. Se trata de trabajos diseñados específicamente para captar la atención (y la cartera) de lectores ajenos al mundo del cómic, procedentes de las cada vez más numerosas adaptaciones cinematográficas, o bien para aquellos lectores que no suelen tener a X personaje entre sus preferencias. El sello Astonishing supone para ellos una historia autoconclusiva, libre del peso de la asfixiante continuidad, que apuesta por historias sencillas y con un llamativo apartado gráfico.
La miniserie que nos ocupa suscribe dichos parámetros sin desviarse un milímetro. De hecho, no es la primera vez que el guionista Robert Rodi afronta una tarea similar, vistos sus dos trabajos previos sobre el asgardiano más famoso del comic. Como ya sucedía en Loki o Thor: por Asgard, el guión discurre sin muchas complicaciones, cambiando para la ocasión la ambientación mitológica por la cósmica, añadiendo guiños aquí y allá a viejos conocidos del universo Marvel como el Extraño y el Coleccionista (aunque podrían ser fácilmente intercambiables por cualquier otro) y poniendo el acento sobre escenas de acción que permitan lucirse al dibujante. Mike Choi (Witchblade) no desaprovecha la ocasión y llena las paginas con potentes ilustraciones a toda página (la escena inicial del maremoto, la pelea entre los dos planeta vivientes) y un estilo, a medio camino entre el realismo fotográfico y la animación, que potencia la fluidez de la lectura y goza de un cuidado trabajo en lo referente a expresividad y detalle de los personajes. El magnífico uso del color, obra de, remata un conjunto estético digno de elogio.
Por desgracia, aunque en ningún momento decepciona, la trama resulta simplona y previsible de principio a fin. Pese a algún detalle inspirado (el personaje de Céfiro, la diosa del viento o el momento en que está y Thor quedan atrapados en una realidad imaginaria) poco queda para el recuerdo tras la lectura de este tomo. De hecho, para el lector veterano la sensación será de de que le han ofrecido más de lo mismo. Con todo, Astonishing Thor resulta un tebeo bastante digno, ideal para el que quiera iniciarse en el cómic de género sin grandes complicaciones y para disfrutar de las virtudes de Mike Choi, un dibujante llamado a ocuparse de empresas mucho mayores.
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