Marvel Héroes #81 - El Castigador: Diario de Guerra

Frank Castle amplía las fronteras de su vendetta

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En Septiembre de 2010, Panini ponía a la venta la primera entrega de una de sus líneas mas apreciadas por los lectores: el formato Marvel Héroes, que recuperaba etapas muy populares de los principales personajes de la editorial, en tomos en tapa dura a un precio muy ajustado de 9,99 €. Publicado además en formato coleccionable con distribución en kioskos, las primeras entregas recogieron material tan diverso e imprescindible como el Spiderman de J.M. Straczynski, las Secret Wars originales o los 4 Fantásticos de Mark Waid. Y entre mutantes, motoristas fantasmas y hombres de hierro, se colaba un tomo dedicado al Diario de Guerra del Castigador, aprovechando la fama conseguida por Jim Lee, quien fuera dibujante de sus primeras entregas. Sin embargo, el tomo sólo recogía los 8 primeros números de la serie y, tras su lectura, los fans reclamaban más, por lo que sólo era cuestión de tiempo que Panini hiciera caso a sus peticiones y nos trajera las 24 entregas que guionizara Carl Potts de la serie en un voluminoso e imprescindible tomo.


Casi por casualidad, el formato Marvel Héroes cambió ligeramente para recoger de forma integral determinadas etapas de mayor extensión, dando como resultado volúmenes de mayor tamaño que aún así mantenían un precio asequible, y que satisfacían de forma inmediata a los lectores que no tenían que esperar a que le tocara el turno a su personaje favorito para ir completando poco a poco la etapa en cuestión. Así, de nuevo bajo la cabecera Marvel Héroes, El Castigador está de vuelta con su serie Diario de Guerra y, si has cometido el crimen, no estás a salvo.


La llegada de un segundo título mensual que recogiese las historias de Frank Castle y su interminable cruzada contra el crimen surgió del interés de los aficionados por el personaje, que llevó incluso a una tercera serie simultánea, hoy en día algo impensable. La diferencia frente a la serie regular era darle mayor espacio al personaje, motivar que se pudiera “cruzar” con otros personajes de la editorial e incluso, sacarlo de Nueva York de vez en cuando, cosa que daría bastante juego dentro de la serie, aunque en ocasiones el resultado fuera un tanto forzado, como su viaje al Congo acompañado de Lobezno que incluye hasta dinosaurios.


Los primeros números aprovecharían para recordar el “origen” del personaje, las motivaciones que le han llevado a convertirse en el justiciero que hoy conocemos e incluso, se recogen algunos pasajes que nos llevan hasta Vietnam. El resto de números se centra más en entretener al lector y mezcla tramas de mafia y venganza sencillas y directas, muy bien escritas por Potts y, en sus primeras entregas, ilustradas por un Jim Lee que pasaba de correcto a superestrella ante nuestros ojos. Solo falta por saber si el interés de los lectores será suficiente para que lleguen nuevos volúmenes que completen las 80 entregas de que se componía este diario de guerra.