Wonder Woman: La Guerra de los Dioses

La madre de todas las batallas

Tweet

Artículos relacionados

Corría el año 1991 cuando en DC decidieron que el evento anual del verano iba a estar relacionado con Wonder Woman y su particular universo, más que nada porque ese año se celebraba el 50 aniversario del personaje y en la editorial querían mimar de forma especial a uno de sus personajes más queridos. El propio George Pérez se encargaría del guión de la saga, tras años de guionizar y dibujar las aventuras de Diana Prince, y las apuestas eran tan altas que la saga pasó de involucrar la serie central de Wonder Woman a hacerlo en la práctica totalidad de coleccciones de cierta relevancia de la editorial, dejándonos un total de 25 entregas si sumamos las cuatro partes del evento central y todos los cruces. Pero, ¿Qué nos cuenta esta Guerra de los Dioses?


La hechicera Circe ha decidido que sólo hay una forma de acabar con los Dioses y es enfrentándolos a otros Dioses, así que decide engañarlos con sus malas artes y hechizos y termina provocando una batalla de proporciones épicas, que tendrá lugar en la Tierra, lo que hará que nuestros héroes más populares intenten detenerlos si no quieren que las dimensiones de tan gigantesca batalla acaben destrozando las principales ciudades, y es que si enfrentamos a dioses romanos, griegos, egipcios y todos los que Pérez pudo recordar al escribir la serie, las consecuencias serán catastróficas.


Pérez se incolucró al máximo en el proyecto, hasta el punto de encargarse de los bocetos de la mayor parte de las páginas de la miniserie, que ante su imposibilidad de finalizar por motivos de tiempo, acabarían artistas tan diversos como Brian Stelfreeze, Cynthia Martin, Jill Thompson, Phil Jiménez o Romeo Tanghal. El resultado final resulta un poco confuso, ya que pasar de un estilo a otro, aún cuando la base sea del mismo dibujante, te saca a veces de la historia, ya que parece que hemos cambiado de cómic.


Hasta la fecha, las ediciones españolas anteriores se habían limitado a la miniserie central, lo que resultaba tremendamente confuso para el lector, que debía rellenar los huecos de las 21 partes restantes. Por suerte, la última edición americana, que es la que ECC ha tomado como referencia, incluía además los números 58 al 62 de la serie de Wonder Woman, que además de tener mayor vinculación con la historia central que el resto de cruces por razones obvias, nos contaba partes fundamentales de la historia global. Tenemos así una cuidada edición en tapa dura, que incluye suficiente material para entender bien las dimensiones de la historia, sin innecesarios cruces con otras series de la editorial que aportan poco al conjunto, y habrían incrementado ostensiblemente el precio final del tomo.