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La Atalaya del Vigía Comic Digital
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Jack Kirby: Un siglo del rey de los cómics

Un artículo de Rodrigo Arizaga Iturralde - Introducido el 30/08/2017
La Atalaya del Vigía

Este 28 de agosto se cumple el centenario del nacimiento de Jacob Kurtzberg, más conocido por el seudónimo artístico de Jack Kirby. Intentar glosar la vida y obra dicho autor en el espacio habitual de esta sección supone una tarea poco menos que imposible: incluso centrándonos en sus principales creaciones y etapas profesionales, la creatividad e influencia del llamado Rey de los Cómics obligaría a dejar fuera obras y personajes de importancia capital. Sirvan como humilde homenaje a su ilustre figura estos seis apuntes sobre su trayectoria.


Origen de un Autor (y un medio): Nacido en Nueva York en el seno de una humilde familia judía, Kirby fue un autor precoz que con apenas diez años pasaba las horas muertas intentando copiar las tiras de prensa de ilustradores como Milton Caniff, Alex Raymond o Hal Foster. Autodidacta, Kirby desarrollaría sin embargo un estilo propio que exploraría las capacidades narrativas de un medio que en aquel entonces ni siquiera se concebía como tal. Junto a Will Eisner, Kirby desarrollaría las posibilidades argumentales de los distintos planos y formatos de viñetas, así como los resultados de alterar la relación entre las mismas y jugar con disposición en la página. La estética de sus personajes también partía prácticamente de cero, creando de la nada elementos visuales luego convertidos en fundamentos estéticos del superhéroe.


Primeros Éxitos: Tras unos inicios profesionales en el mundo de la animación en los Estudios Fleischer, Kirby conoció a Joe Simon. Junto a este obtendría su primer gran éxito cuando en 1940 crearon al Capitán América para Timely Comics. Uno de los primeros cómics de superhéroes, su imagen patriótica en vísperas de la IIª Guerra Mundial lo convirtió en un fenómeno de ventas. Insatisfechos por lo que creían eran una condiciones abusivas, Kirby y Simon saltaron a National Comics (futura DC Comics) donde crearían personajes como Manhunter antes de ser llamados a filas para combatir en el frente europeo, donde sus dotes como dibujante hicieron que fuese asignado a misiones de reconocimiento. Tras la guerra reanudaría su colaboración con Simon para editoriales como Harvey, Atlas (antigua Timely) y EC Comics, llegando a fundar ambos su propia compañía: Mainline Publications.


El Rey sin Corona de Marvel: El cierre de Mainline tras la marcha de Simon para dedicarse a la publicidad llevó a Kirby de nuevo a Atlas –a punto de ser rebautizada definitivamente como Marvel- donde su destino se uniría con el del joven editor y guionista Stan Lee. La relación con este último, que data de su primera época en la editorial, fructificaría en un torrente de colaboraciones que llegarían a su apogeo con el inicio de la Edad de Plata y el resurgimiento del cómic de superhéroes. La publicación en 1962 del primer número de Los Cuatro Fantásticos supondría una riada de personajes como Hulk, Iron Man, Thor, los X-Men, Pantera Negra, Estela Plateada, los Inhumanos, el regreso del Capitán América y la aparición de los Vengadores entre otros, estableciendo y desarrollando las pautas de lo que sería el universo Marvel durante los años siguientes.


Creatividad Incansable: Obligado durante sus primeros años a ilustrar historias de todos los géneros según la demanda del mercado –pasando de los superhéroes en la Edad de Oro al western, el romance, el bélico, el policiaco y la ciencia-ficción antes del volver a los superhéroes con la Edad de Plata-, Kirby no solo desarrollo una prolífica versatilidad, sino también una capacidad de trabajo que asusta. Con una jornada media de trabajo de catorce horas diarias sin descanso, Kirby llegó a tener una producción de hasta doscientas páginas mensuales, lo que le permitía ocuparse de varias cabeceras simultáneamente, ostentando durante décadas el record de permanencia con sus 102 números consecutivos de Los Cuatro Fantásticos. Su trabajo era asimismo el modelo impuesto por Marvel al resto de dibujantes, que debían adecuarse a su estilo. A raíz de un pleito contra la editorial en los años ochenta, Kirby consiguió que le fuesen devueltos unos dos mil originales. Se calcula sin embargo que apenas representaban un 20% del total de su producción para Marvel.


Autor Absoluto: Tras sus continuos desencuentros con Lee en 1970, Kirby decide fichar por el equipo rival y se muda a DC. Pero lo hace como autor completo y la promesa de total libertad creativa. En esa tesitura se deja llevar por su gran amor por la ciencia-ficción y crea a personajes tan originales e insólitos como Demon, Kamandi, OMAC y nuevas versiones de Sandman y Manhunter. Pero sobre todo crea El Cuarto Mundo, una saga fantástica desarrollada en cuatro cabeceras paralelas y que supone su obra más ambiciosa tanto en el apartado argumental como en el visual. En 1976 sin embargo retornó a Marvel ocupándose de series como Capitán América y Pantera Negra y aportando nuevas creaciones como los Eternos y el Hombre Máquina –surgido a partir de su insólita y peculiar adaptación al cómic del film 2001: Una Odisea en el Espacio (1968)-.


Cuestión de Derechos: Harto de los desplantes de las grandes editoriales, durante los ochenta Kirby alternaría trabajos para el cine y la animación -participó como diseñador en la abortada película Lord of the Light, en realidad una tapadera para una operación de la CIA tal y como relataba la oscarizada película Argo (2012)- con trabajos en pequeñas editoriales como Pacific Comics –para la que crearía Captain Victory and the Galactic Rangers- y un breve retorno a DC para finalizar la saga de El Cuarto Mundo con el especial Perros Hambrientos e ilustrar la miniserie Super Powers. Tras ello Kirby se limitaría a pequeñas colaboraciones ocasionales, participando en varias iniciativas dedicadas a la protección de los derechos de autor y emprendiendo varios pleitos contra Marvel por lo que consideraba un trato profesional injusto. Una batalla que su esposa e hijos continuarían después de su muerte en 1994 debido a problemas cardíacos.


Saludado por sus coetáneos como una de las mayores fuerzas creativas del medio y señalado como modelo artístico y profesional por numerosos guionistas y dibujantes posteriores, la herencia de Kirby es aún palpable actualmente. El cómic de superhéroes (y el de otros géneros también) tiene una deuda con un profesional sin el que la historia habría sido muy distinta. Larga vida al rey.


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