Grandes Autores de Batman: Ed Brubaker – La Escena del Crimen

Bruce Wayne, sospechoso de asesinato

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Como muchas otras de sus historias, este nuevo tomo que ahora nos llega, con el que concluye la recopilación de las historias de Ed Brubaker para la serie Batman, tiene al género negro y los crímenes sin resolver como absolutos referentes, y es que la historia que le da nombre al tomo es todo esto y mucho más. Después de un par de números autoconclusivos, llega la saga que comenzaba originalmente en el número 600 de la serie. Bruce Wayne ha comenzado una relación sentimental con Vesper Fairchild y la chica aparece muerta en la mansión Wayne, lo que enciende todas las alarmas sobre el playboy millonario, que es detenido y encarcelado mientras se soluciona el asunto.


Sin otra solución más que resolver él mismo este crimen, ahora bajo la capucha de Batman, decidirá escapar de la prisión, lo que convencerá aún más a las fuerzas del orden de la culpabilidad de Wayne, y hasta la batfamilia (Oráculo, Robin, Nightwing y Batgirl) dudarán de su inocencia durante esta historia, ya que encuentran indicios de que Vesper conocía la doble identidad de Wayne. Ahora como fugitivo, deberá alternar sus dos identidades para resolver el misterio, si es que sus antiguos camaradas se lo permiten.


Por supuesto, no desvelaremos aquí quien es el asesino de Vesper o las consiguientes sorpresas, que las hay, pero sí diremos que merece la pena hacerse con el tomo. Aún así, muchas de las historias contenidas en esta segunda entrega dedicada a Brubaker son dignas de resaltar, como Teñir la Ciudad de Rojo, una historia en dos partes, o Coraje, que a pesar de estar contenidas dentro de la macrosaga Bruce Wayne: Fugitivo, que relacionaba a todas las series del murciélago publicadas, y que mezclaban por tanto los números de Brubaker con los de otros guionistas, se alejaban del formato habitual en este tipo de casos, en los que la trama no avanza o lo hace de forma desesperantemente lenta, para así “estirar el chicle” y, sin embargo, nos dejaban buenas historias de crímenes sin resolver y, de nuevo, una buena prueba de la genialidad de Brubaker. Una historia muy bien construida, a la que solo caber poner un pero, y es la decisión de no incluir las partes de la historia no escritas por Brubaker, lo que a ratos produce un poco de confusión a los lectores. La edición española cuenta sin embargo con textos de apoyo que nos resumen lo que ha pasado entre medias, pero no habría estado de más añadir esos números al tomo. Un tomo que cierra su estancia como guionista de la serie, que ha envejecido estupendamente, y se lee hoy con la misma frescura de entonces.