Flash de Geoff Johns: El País de las Maravillas Érase una vez un velocista llamado Wally West…
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El paso del tiempo ha demostrado que la etapa de Geoff Johns es una de las mejores del personaje, y que su relectura sólo sirve para volver a disfrutar de sus sensacionales cliffhangers, de la recuperación de villanos y personajes secundarios hoy imprescindibles y, en definitiva, para disfrutar del buen hacer del guionista trabajando con un personaje al que tiene especial cariño. La inconclusa publicación de un enorme tomo con la etapa casi completa dejó a los fans sin conocer el final de esta recomendable etapa durante muchos años, hasta que ECC decidió solucionarlo publicando dos tomos que concluyesen la estancia de Johns en la serie. Sin embargo, el incómodo formato y el paso de los años lo han convertido en una pieza casi inencontrable, lo que ha provocado que muchos lectores hayan pedido a la editorial que continúe la publicación con los primeros tomos, cosa que la editorial ha llevado a cado con este El País de las Maravillas.
El tomo se abre con una historia que toma su título del clásico de Lewis Carroll y que lleva a nuestro velocista favorito a un universo en el que no existe la Fuerza de la Velocidad, lo que significa que deberá escapar de allí y hacer frente al Amo de los Espejos sin poder utilizar sus poderes. Ángel Unzueta se hará cargo de la parte gráfica, siguiendo la estela de dibujantes españoles que pasaron por la serie a finales de los años 90.
A continuación, Wally deberá hacer frente a una secta que ha decidido corregir las intervenciones de Flash, aunque eso signifique matar a la a la gente a la que ha ayudado el héroe. La premisa, tan interesante como inquietante, permite a Johns profundizar en nuestro protagonista y las razones por las que ha decidido dedicar su vida para ayudar a la gente. Scott Kolins se hará cargo de la parte gráfica de esta historia y, a partir de este momento, le tendremos casi como artista regular, con un estilo muy sencillo, apoyado en el color y en el movimiento de los personajes, tan efectivo como espectacular.
El tomo se cierra con un especial que se centraba en la prisión Iron Heights para comenzar a darle protagonismo a la rica galería de villanos de la serie y, aunque su tono es más oscuro que el de la serie regular, sirve para darnos información adicional sobre personajes que luego serán centrales en la serie. Acompañando al tono sombrío del especial, Ethan Van Sciver pone su detallado arte al servicio de la historia, con un impactante resultado. Una nueva oportunidad para repasar las primeras historias del guionista que ayudó a rescatar a Flash para una nueva generación de lectores, ahora disponible de nuevo gracias a la excelente labor editorial de ECC.
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