Star Wars: Clásicos Marvel UK

De té en la mejor taberna de Tatooine

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Una de las franquicias más poderosas del mundillo peliculero volvió con más fuerza que nunca hace ya algunos años y la editorial Planeta Cómic ha sido la que mayor beneficio ha tenido con esta jugada. Estamos hablando, obviamente, de Star Wars y de su resurgir gracias a las continuas películas que están apareciendo con cadencia anual. Estos estrenos son apoyados desde la Casa de las Ideas con colecciones y proyectos especiales que sirven como complemento perfecto a todos esos largometrajes. Puede que Luke Skywalker y Darth Vader no necesiten de demasiada presentación entre los aficionados pero siempre viene bien que se dejen ver en las estanterías de las librerías de todo el mundo.


A todas estas series de nuevo cuño se le suman algunos volúmenes recuperando material algo más clásico como este esplendoroso tomo, Star Wars: Clásicos Marvel UK, un título que deja bastante claro cuáles son las intenciones y qué tipo de relatos nos vamos a encontrar en su interior. Y sí, no debería faltar en la comiteca de cualquier seguidor ya sea por la curiosidad del mismo como por los nombres propios que firman las historias, puro material añejo y de nostalgia más que probada. ¿Están preparados para un viaje cuya próxima parada es una galaxia muy lejana?


Nos movemos hasta los 70 y 80, unos años en los que Marvel se preparaba para un desembarco en el Reino Unido con toda su artillería pesada. Algo que hacía con el material de “toda la vida” pero también corría algún riesgo al producir tebeos que estuvieran firmados por autores locales, un grupo de nombres que, en aquel momento, empezaban a dar sus primeros pasos, aunque el tiempo ha convertido a muchos de ellos en auténticas figuras del medio. Podrán gustar más o menos, con sus defectos y virtudes, pero nadie puede negar el mérito que tiene producir estos relatos en un momento en el que lo único disponible para “inspirarse” era la primera película (Episodio IV) y los cómics que había visto la luz en los USA.


Todo esto queda más que patente en el resultado final de los tebeos ya que el nivel de libertad creativa, impensable hoy en día, ocasionaba más de una situación, llamémosle peculiar, con unos guionistas que no tenían demasiadas ataduras a la hora de contar esta o aquella historia. Si había que utilizar a Luke y a Leia en este o en aquel contexto, por loco que pareciera, a nadie le temblaba el pulso para hacerlo, algo que por momentos recordaba más, por su planteamiento, a la competencia (Star Trek) que a la saga de George Lucas.


La lista de los autores implicados en el contenido de este volumen puede llegar a dar el último empujón a todo aquel que aún esté indeciso. A Roy Thomas y Archie Goodwin, dos escritores que saben de sobra lo que es estar al frente de franquicias poderosas, se le suma otro peso pesado de los guiones como es Chris Claremont, aportando su peculiar visión de la ciencia ficción. Aún hay más, un Alan Moore que entrega cinco relatos cortos donde demuestra que no hace falta la aventura descontrolada para deleitar al lector.


Si se han asombrado con los créditos pertenecientes a “la letra” del tomo, esperen a ver a los encargados de aportar las ilustraciones: Howard Chaykin, Walter Simonson, Dave Cockrum, Alan Davis y, la leyenda, Carmine Infantino. Todos ellos realizando un trabajo soberbio sobre todo, teniendo en cuenta, que estamos ante unos debutantes. Un volumen más que recomendable por el valor de su contenido, historias que han permanecido en el olvido y que ahora podemos disfrutar en una edición inmejorable gracias a este revival que nos ha tocado vivir. Hay que aprovechar.