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Predator: La caza continúa en las viñetas

Un artículo de Rodrigo Arizaga Iturralde - Introducido el 08/11/2017
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La publicación por parte de Norma Editorial de Fuego y Piedra, serie sobre el universo cinematográfico compartido por Alien (1979), Prometheus (2012) y Depredador (1987) se cierra con un capítulo dedicado a los cazadores extraterrestres protagonistas de esta última. Unos seres cuya llamativa apariencia, su peculiar trasfondo y el misterio y exotismo alrededor de su figura los han convertido en un mito de la cultura popular, expandido mediante secuelas y spin-offs así como mediante novelas, videojuegos y cómics. Precisamente estos últimos son los que más han desarrollado la figura de dichos personajes.


A raíz del éxito obtenido por su licencia sobre Aliens (1986), Dark Horse no tardó demasiado en repetir jugada con el film de John McTiernan. De hecho Mark Verheiden, guionista encargado de lanzar a los xenomorfos al cómic, también lo fue de trasladar a los cazadores estelares mediante una miniserie sencillamente titulada Predator –rebautizada posteriormente como Concrete Jungle- que servía como secuela oficial del film de Arnold Schwarzenegger. Precisamente el hermano del personaje interpretado por aquel, el detective Schaefer se cruzaba en el camino de un depredador en plena cacería por las calles de Nueva York, prefigurando el argumento de la aún no rodada Depredador 2 (1990) hasta el punto de compartir varias escenas. Dibujada por Chris Warner, la serie fue un gran éxito que se reproduciría en dos secuelas directas dibujadas escritas por Verheiden y dibujadas por Ron Randall: Guerra Fría, donde Schaefer es reclutado para viajar a Rusia y detener a un grupo de depredadores estrellados en Siberia; y Dark River, donde Schaefer vuelve a la jungla de la película original buscando a su hermano para volver a cruzarse con las criaturas.


El éxito propició que Dark Horse lanzase numerosas miniseries y especiales a cargo de diferentes equipos creativos con los que expandieron la mitología alrededor de la franquicia trasladándola a diferentes épocas y contextos. Big Game contaba el duelo entre un indio navajo y un cazador alienígena; The Bloody Sands of Time revisitaba las acciones de uno de las criaturas durante conflictos como la I Guerra Mundial y Vietnam; Race War establecía la incómoda alianza entre las bandas de una prisión de máxima seguridad que un depredador ha convertido en coto de caza; Invaders of Fourth Dimension proponía un homenaje a la ciencia ficción clásica mediante una historia ambientada en los EE.UU de los años 50; Blood Feud trasladaba la acción al Japón medieval para asistir al duelo entre un depredador y un samurái cuyos descendientes resolverán siglos después; Hell Come a Walking presentaba una cacería alienígena en plena Guerra de Secesión norteamericana; Némesis mostraba a un soldado británico que debe hacer frente a la criatura en la Inglaterra victoriana y las junglas de la India colonial… Historias más que competentes a cargo de autores como John Arcudi, Dan Barry, Chuck Dixon, Mark Schultz, Ian Edginton o los novelistas Andrew Vachss y Nancy Collins.


Aunque la mayoría de estas historias eran independientes y casi todas eran mostradas desde el punto de vista de los humanos protagonistas, a lo largo de los diferentes títulos los autores fueron construyendo una elaborada mitología sobre la raza de cazadores, su cultura y su mundo, empezando por identificarlos con el nombre de Yaujta. Su sociedad matriarcal –siendo las hembras de mayor tamaño-, su cultura basada en castas y relacionada con la caza, las diferencias entre los diversos clanes y sus códigos o su relación con diversas civilizaciones terrestres fueron algunos de los detalles explorados por los títulos de Dark Horse y aceptados por los fans pese a que su canonicidad nunca haya sido confirmada oficialmente.


Asimismo la popularidad de la criatura le ha hecho protagonizar numerosos cruces con personajes de otras editoriales y medios. Además del ya citado Alien –los enfrentamientos entre ambas especies se ha convertido prácticamente en una franquicia multimedia propia- los cazadores alienígenas han cruzado su camino con nombres como los del Juez Dredd, Tarzán, Superman, Witchblade, The Darkness e incluso el héroe infantil Archie. Merece destacar aparte su cruce con Batman en forma de una trilogía de miniseries a cargo de autores como Dave Gibbons, Andy Kubert, Doug Moench y Paul Gulacy cuya calidad supera la de la mera maniobra comercial entre editoriales.


Prácticamente ininterrumpida durante los años noventa, la franquicia fue cancelada durante casi una década hasta que el estreno de Predators (2010) reavivó la cabecera. Paralelamente a la adaptación oficial al cómic del citado film John Arcudi y Javier Saltares realizarían la miniserie Ruega a los Cielos, editada en España por Aleta Ediciones, que recuperaba a los Yaujta para las viñetas con una trama muy influenciada por la película original. El crossover Fuego y piedra y su secuela Vida y Muerte, unidos al próximo estreno de un nuevo film de la saga a cargo de Shane Black, parecen indicar que Depredador ha vuelto para quedarse. Un panorama ideal para recuperar los títulos de su primera época –la mayoría inéditos en España- que los más veteranos recuerdan por su añeja y descatalogada edición en grapa a manos de la citada Norma. La edición Omnibus de la propia Dark Horse, recopilando todo el material publicado en cuatro volúmenes se antoja así como una golosa oportunidad lista para que algún editor avispado decida aprovecharla.


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