James Bond: Hammerhead

La fórmula mantiene su carisma en su paso del celuloide a las viñetas

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Cuando en el camino nos encontramos con un buen personaje, de esos que tienen a sus espaldas un buen número de años y casi tantas buenas historias como cicatrices, no nos resulta extraño que sus aventuras nos lleguen en ocasiones en formatos distintos a los acostumbrados. Y ahora que parece estar de moda que casi todos los personajes de cómic lleguen tarde o temprano a la gran pantalla, uno de los héroes del cine con mayor solera llega de nuevo al mundo del cómic y, a tenor de lo que Andy Diggle nos cuenta en este volumen que ahora nos trae Panini, es bien recibido en el noveno arte y nos quedamos con ganas de nuevas historias en papel.


Los lectores de mayor edad siempre hemos relacionado a James Bond con las míticas novelas o, como mínimo, con los rostros que le han dado vida en los incontables films; pero como lector, nunca le había dado una oportunidad a su versión en cómic, por lo que estando detrás del proyecto un guionista como Diggle, era la oportunidad perfecta para descubrir si la fórmula funcionaba también si el característico tema de fondo.


Al tomo no le falta ninguno de los ingredientes que han hecho famoso al personaje. La llegada de nuestro protagonista al cuartel general del villano de turno, mil y una explosiones haciendo gala del armamento más sofisticado que podáis imaginar, todo con tal de conseguir desvelar quién está detrás de Kraken, el misterioso villano. Y poco más hay que saber para disfrutar del tebeo en cuestión. El arte de Luca Casalanguida también encaja a la perfección con la elegancia del personaje, sus conocidas poses y la belleza de las chicas que van a tratar de ganarse el corazón de 007.


Y es que los fans de Warren Ellis, que pusieron el grito en el cielo al conocer que su guionista favorito no iba a estar detrás de los guiones en esta nueva aventura, pueden respirar tranquilos con la elección de Diggle, que aprovecha su paso por títulos como Ladrón de Ladrones para dosificar con maestría los misterios, alternar secuencias de romance y acción, como muy bien sucede en cada nuevo film del personaje, y conseguir al final de cada número dejarnos con ganas de más.

Si conoces a Bond y no te has atrevido a leerle todavía, es tu oportunidad para hacerlo en una buena historia con magníficas ilustraciones, que ahora Panini nos trae en un estupendo tomo en tapa dura.