Grandes Autores de Batman - Marv Wolfman: Batman: Año Tres

Y entonces llegó El Chico Maravilla

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La línea Grandes Autores de Batman sigue dando alegrías a los lectores con cada nuevo título que anuncia. Poco a poco, todas las grandes historias de Batman están encontrando su sitio en impecables tomos en tapa dura que forman una verdadera biblioteca para los fans del Hombre Murciélago. Ahora es el turno de Marv Wolfman y de dos de las historias que ayudaron a definirlo como uno de los mejores autores de Batman. En primer lugar nos llega Batman: Año Tres. Aunque el título pueda indicar que continúa la historia comenzada por Frank Miller, han pasado unos años ya desde que Bruce Wayne decidiera vestirse de murciélago y patrullar las calles de Gotham, y de lo que se trata aquí es de contarnos la primera aparición de Dick Grayson y como su llegada cambiará para siempre a Batman, encontrando el ayudante que siempre necesitó y comenzando una saga de Robin que a menudo ha estado marcada por la tragedia.


El dibujo corre a cargo de Pat Broderick, que vivió sus mejores momentos en la serie del Capitán Atom pero, que aquí, lejos de poderes cósmicos y explosiones, se antoja un poco acartonado, ya que en una historia de personajes y de primeros planos, quizás hubiera dado mejor resultado alguien menos estático a la hora de plasmar las emociones humanas.

Sin embargo, la historia que viene a continuación Un Lugar Solitario para Morir es de esas que justifica por sí sola la compra del tomo. Wolfman hace un fantástico trabajo uniendo las series de Batman y la de los Nuevos Titanes, ya que Grayson juega un papel fundamental en ambas, como líder de los Titanes. Las cinco entregas de que se compone la saga están magníficamente hilvanadas, pasando de una serie a otra sin que se resienta el ritmo o haya relleno de algún tipo, y la llegada y presentación de Tim Drake, y contemplar cómo va a convertirse en el nuevo Robin es sencillamente perfecta. El dibujo de Jim Aparo en las serie de Batman y de George Pérez y Tom Grummett en la de los Titanes es sencillo y muy adecuado al tono de la historia, y las portadas de Pérez siguen siendo a día de hoy uno de sus mejores trabajos, resumiendo a la perfección las tramas de cada entrega.


No sé si soy objetivo a la hora de valorar estas historias, ya que recuerdo con especial cariño el número que cierra el tomo y el momento en que lo compré en una pequeña librería que traía ejemplares en inglés, en la época en que podías esperar tres y cuatro años a que el mismo ejemplar fuera publicado en español. El desafío que suponía leer una saga que finalizaba en ese mismo ejemplar, que cerraba tramas que afectaban a dos colecciones y, encima, hacerlo ayudado por el diccionario era un desafío para un chico de trece años y, sin embargo, sólo sirvió para grabar a fuego algunas viñetas, que me siguen acompañando a día de hoy.