Marvel Gold - La Imposible Patrulla-X #5

El primer equipo mutante nunca estuvo mejor capitaneado

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Para todos aquellos que estén aprovechando la edición de Panini en su formato Marvel Gold para leer por primera vez estas historias de la Patrulla-X vaya por delante la envidia más sana. El que esto escribe leyó por vez primera los cómics escritos por Chris Claremont en su edición Fórum y, en esa época, a pesar de que el número de títulos que llegaba a los kioskos era mucho menor que ahora, si te perdías un ejemplar, ya podías cruzar los dedos para encontrarlo meses más tarde en otro kiosko o darlo por perdido para siempre. El formato quincenal que Cómics Fórum daba al título servía, además de que para que se te pasase comprar algún número, para demostrar el buen momento que la colección vivía en nuestro país. Y es que, aunque intentaré ser lo más objetivo posible, se trata de historias que recuerdo con mucho cariño de mis primeros tiempos como lector y, para colmo, el paso del tiempo ha hecho un magnífico favor a los cómics que ahora nos llegan en tapa dura, dejando constancia del buen hacer de Claremont.


Como la periodicidad de la línea es casi anual por razones obvias, hagamos antes de continuar un poco de historia. En los volúmenes previos, hemos acompañado a La Patrulla cuando era dibujada por el magnífico John Byrne, en historias tan definitorias de la serie como La Saga de Fénix Oscura o Días del Futuro Pasado, para ceder el testigo primero a Paul Smith, con otro buen puñado de historias memorables, y ahora a John Romita Jr, que continúa en este quinto tomo, haciéndose cargo de la casi totalidad de las 700 páginas que componen este imprescindible tomo. La envidia a la que antes aludía se debe a la magnífica edición que Panini está haciendo dentro de su línea Marvel Gold. Frente a mis ya amarillentos ejemplares de Fórum que aún releo de vez en cuando, a los tomos en tapa dura con los que nos obsequia Panini no les falta de nada: papel de gran calidad, colores vivos, directamente sacados de la edición americana, y un gusto por el completismo que ha llevado a incluir en este caso la miniserie de Lobezno y Kitty Pride, guionizada también por Claremont, aunque dibujada por un Al Milgrom algo soso que, sin embargo, conserva aún el encanto de cuando fue publicada por vez primera. Si le falta algo a esta edición es que los números terminen con aquellos legendarios Volvemos dentro de 15 días! con los que Fórum nos dejaba con la miel en los labios.


En esta entrega hay espacio para casi todo y, de forma muy curiosa, muchas de las tramas de esta época giraban en torno a las relaciones sentimentales de sus personajes: una luna de miel con Cíclope que terminaba de forma inesperada en una isla perdida; Lobezno viajando a Japón con Mariko en una de las mejores etapas del personaje de toda su historia; Charles, Lilandra y su amor imposible que casi provocaba una guerra interestelar; y hasta la boda entre Kitty Pride y uno de los Morlocks, que contaba con una de las portadas más sorprendentes de la época. En manos de Claremont todo era posible y, como si de un interminable culebrón se tratara, sabía dejar las tramas a medio cerrar para continuarlas meses después para regocijo de los lectores, que se sentían así parte del proyecto. Una inolvidable etapa que de nuevo está a disposición de los lectores en una recomendable edición, que nos recuerda que los mutantes dominaron una vez el mercado del cómic y que todo fue posible gracias a un guionista que supo mantener el nivel durante los 16 años que permaneció al frente de la colección.