El Asco

Bienvenidos al circo de Grant Morrison

El Asco USA - 2017
Guionista:Grant Morrison
Dibujante:Chris Weston
Editorial:ECC Ediciones - 352 páginas - color Precio:32,50€

PUNTUACION
4,5/5

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Como me sucede con muchas otras obras de Grant Morrison, tras finalizar la lectura del tomo, no sé si acabo de leer una obra maestra o una tomadura de pelo dividida en trece entregas. Y es que no todos los productos del genial guionista son aptos para todos los paladares y, en el caso que nos ocupa, parece necesario un estado de ánimo determinado para saber apreciar en toda la extensión de esta obra. El argumento de la serie es aparentemente sencillo. En un futuro no muy lejano, la humanidad ha sucumbido a los deseos de una cruel organización que controla todos nuestros movimientos y, para que nadie se salga del tiesto, tiene agentes que se encargan de eliminar a todas aquellas personas que destaquen entre la multitud.


Nuestro protagonista, Ned Slade, es un hombre de mediana edad, gris y melancólico, que sólo tiene a su gato como aliciente para vivir, junto a otras aficiones más lúdicas, que no voy a pasar a describir. Sin embargo, está a punto de descubrir que debajo de esta aburrida personalidad, se esconde Greg Feely, un agente retirado de La Mano, una organización secreta que manipula a toda la sociedad, al que han decidido devolver al servicio activo. Sin embargo, cuando decida que era más feliz (si es que en este escenario alguien puede serlo) en su vida anterior, él mismo se convertirá en la anomalía a eliminar y es cuando comienza una persecución por este delirante universo donde todo es posible.


Muchos de los elementos de El Asco aparecían ya en Los Invisibles o en su etapa de La Patrulla Condenada, otras recomendables series de Morrison recientemente editadas por ECC, y como sucede en estas dos series, una primera lectura te deja apabullado, ya que es tanta la información que se plasma en cada página y tantas las posibilidades que arroja un simple bocadillo de texto, que a veces dan ganas de parar la lectura y asimilar lo que uno acaba de leer. Sin embargo, y esa es la verdadera clave de la serie, es imposible detener la lectura del tomo, arrastrado por una espiral de suciedad, paranoia, nanotecnología, violencia gratuita y sexo, del que es muy complicado despegarse.


Nada de lo anteriormente dicho tendría sentido si Jim Lee dibujase la obra. La elegancia y limpieza del dibujante a buen seguro arruinaría la percepción de la serie, y sólo en manos de Chris Weston tiene sentido esta alucinógena mezcla. Bastan las primeras páginas del tomo, con la visita de Ned a un supermercado y su vuelta a casa, para comprobar gracias a Weston la vida tan ruin, desagradable y triste que lleva. Una serie que no se parece a ninguna otra, que nos llega en una edición de lujo, repleta de material adicional que, por alguna razón, me fascina y provoca repulsa a partes iguales, pero que considero imprescindible en mi biblioteca.