Los Últimos Días de Superman

Despidiendo al último hijo de Krypton

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Son tantas las ocasiones en las que hemos visto morir al protagonista de una serie que ya ni nos llama la atención. Sabemos a ciencia cierta que su regreso no tardará demasiado y que se trata de una simple estrategia comercial de la editorial para llamar la atención de los lectores, incrementar las ventas o salir en los medios de comunicación, pero nos resulta imposible perdérnoslo. Al fin y al cabo, hemos estado ahí desde el principio, conocemos de memoria su origen y muchos de los momentos que lo han convertido en nuestro personaje favorito, así que también queremos estar ahí cuando se despida. Algo así ha debido pensar Peter Tomasi cuando ha planificado esta etapa final de los Nuevos 52 para el Hombre de Acero y lo ha hecho con toneladas de cariño hacia Superman, lo que se nota en cada página del tomo.


Llegados al final de los Nuevos 52 y con la mirada puesta en Renacimiento, el nuevo y excitante capítulo en la longeva historia del Universo DC, Tomasi decide sentenciar al personaje varios números atrás y eso es justo lo que hace de este tomo una lectura tan recomendable. Ya en el tomo Superman: Retorno a la Grandeza se analizaban las circunstancias que iban a provocar la muerte del Hombre de Acero y, sin embargo, aún le quedaba lo más importante por contar: la despedida, que a menudo se pierde en este tipo de historias. Efectivamente, la muerte de Superman se produce en las últimas páginas, pero antes de llegar a ese punto, Tomasi nos da una lección de su buen hacer y, lo que es más complicado, de coordinación editorial.


Y es que, además de su presencia en varias cabeceras mensuales, el Hombre de Acero era coprotagonista de una serie junto a Batman y de otra con Wonder Woman, su interés romántico durante esta etapa, lo que complicaba las cosas al no poder matar al personaje en una serie y aparecer como si nada hubiera pasado al mes siguiente en otro título. Todo tenía que encajar con gran precisión y, aprovechando esta circunstancia, la trama va pasando de una serie a otra, ayudado por los guionistas habituales de cada cabecera, dando mayor protagonismo así a Supergirl, Wonder Woman, Batman y, al tiempo que se suceden los acontecimientos que desembocarán en la muerte de Clark, analizar lo que supondrá su marcha para cada uno de los compañeros de viaje del último hijo de Krypton.


Solo el baile de dibujantes provocado por la multitud de series que se recogen aquí le resta algo al resultado final, destacando Mikel Janin sobre todos ellos, gracias especialmente el número que comienza en la Fortaleza de la Soledad, con Superman asimilando su situación y tratando de no dejar ningún cabo suelto antes de su marcha. Una gran historia que sienta las bases para la nueva etapa del personaje, también a manos de Tomasi, que seguro nos dejará tan buen sabor de boca como esta que ahora acaba.