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Black Dog: Los Sueños de Paul Nash Dave McKean nos sumerge en los horrores de la guerra a través del imaginario de Nash
Black Dog: Los Sueños de Paul Nash UK - 2018 Guionista:Dave McKean Dibujante:Dave McKean
Editorial:ECC Ediciones -
120 páginas - color
Precio:17,95€
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Cuando te acercas a una obra como la que nos ocupa no puedes evitar hacerlo con cierto respeto y recelo. El primer motivo para esta afirmación es el género en el que se enmarca el título y, en este punto, haremos una aclaración para no caer en el error de definirla de manera simplista y adherirla al género bélico únicamente. El relato narrado en las oscuras páginas de Black Dog tiene lugar en los horribles días de la I Guerra Mundial pero escapa a un encasillamiento fácil y se convierte en un canto al arte como experiencia liberadora ante los mayores horrores que esta vida puede ofrecernos. Al mismo tiempo, se desvela como un homenaje a un superviviente que atacó lo peor de la vida con sus pinceles y su manera única de ver lo que le rodeaba. Y por supuesto, también es una crónica antibelicista que demuestra que los enfrentamientos bélicos son un cáncer para nuestra humanidad mientras deja bien claro que, mientras seamos quienes somos y nos comportemos como animales rabiosos, la guerra siempre existirá en nuestro mundo.
Dave McKean afronta este trabajo de encargo como uno de sus más personales proyectos y no se detiene ante nada para sumergirse en la compleja psique de Paul Nash, pintor inglés que vivió en sus carnes la locura de la primera Gran Guerra y cuyo fascinante imaginario consiguió captar a la perfección la realidad del sufrimiento y la soledad del soldado. La organización 14-18 NOW contactó con McKean para que encabezara un proyecto artístico con motivo del centenario de la I Guerra Mundial y el autor, siempre a la búsqueda de retos para su hipnótico arte, decidió aceptarlo y sumergirse en uno de los más funestos periodos de la historia de la humanidad.
La gravedad y oscuridad de las composiciones de Nash, nacida de sus estancias en los campos de batalla y las húmedas trincheras, sirven a McKean para dar rienda suelta a sus inquietudes formales y ofrecernos planchas de una belleza demoledora, consiguiendo en ocasiones que lleguemos a sentir una fracción de esa desesperación asfixiante y deshumanización total que Nash padeció en su vida militar.
La unión de estilos pictóricos y categorías artísticas confiere ese carácter onírico y único que McKean ha convertido en estilo propio y que funde resplandeciente belleza y aterradora monstruosidad en hipnóticas composiciones al servicio de un guión profundo y personal.
Una verdadera joya que escapa al encasillamiento, muy necesaria en los tiempos que nos ha tocado vivir y que nos recuerda un pasado que no deberíamos olvidar si queremos evitar en el futuro.
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