Los Malditos: El Génesis según Aaron y Guéra

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Jason Aaron se ha consolidado como un guionista más que solvente para las grandes editoriales en el género de los superhéroes –ahí están sus reivindicables etapas para personajes como Lobezno, Ghost Rider o Thor-. Pero las cotas más altas de su trabajo se han dado en obras ajenas a los superhéroes mainstream. Obras dotadas de una mayor crudeza, una sensibilidad mucho más oscura y centradas en el drama de unos personajes marcados por la violencia y sus consecuencias. Scalped, La Herencia de la Ira o Paletos Cabrones ejemplifican esa vena autoral, muy ligada al genero noir, que han convertido su firma en la de un autor a seguir. Los Malditos, su nueva serie para Image Comics, se encuadra en esa misma división sustituyendo los escenarios propios de la serie negra por los de la fantasía de raíces bíblicas pero manteniendo idéntica sensibilidad.


Inspirándose libremente en el Génesis bíblico, Los Malditos (The Goddamned en el inglés original) presenta un mundo primitivo ubicado en un pasado remoto más de mil seiscientos años después de que Adán y Eva fuesen expulsados por Dios del Jardín del Edén. Su primogénito Caín, maldito tras haber asesinado a su hermano, recorre sin descanso desde entonces el mundo buscando una forma de morir que le libere de su maldición. Un mundo abandonado por el creador y sumido en el caos y la degeneración más absoluta, donde salvajes tribus de la edad de piedra conviven con criaturas prehistóricas y cualquier atisbo de bondad o esperanza es masacrado inmisericordemente.


De forma similar a Noé (2014), la ficción bíblica firmada por Darren Aronofsky –de hecho el propio personaje de Noé y la construcción del Arca juegan un importante papel en la trama del primer arco argumental-, Aaron toma prestada la potente imaginería bíblica para llevarla a su propio terreno, construyendo una violenta aventura pulp más próxima a los relatos de Robert E. Howard sobre la era Hiborea que a las Sagradas Escrituras. El guionista presenta a Caín como un guerrero vacío y desengañado, un hombre roto y quemado cuya búsqueda de una forma de morir finalmente le proporciona una razón para vivir, aunque ello implique que tenga que hacer uso del mismo don para matar que le ha maldecido. El tono crepuscular y poco afable de la narración describe un mundo yermo, salvaje y sin piedad –canibalismo, tortura y desmembramientos explícitos son habituales, sin una pizca de humor negro o ironía que rebaje su crueldad- que a ratos parece estar describiendo un futuro post-apocalíptico al borde de la extinción.


Buscando garantizar ese vigor narrativo a ras de suelo, Aaron se reúne con R.M. Guéra, su compinche en la citada Scalped, reeditanto y amplificando la estética sucia y polvorienta de aquella y añadiendo elementos de fantasía que remiten a las sugerentes ilustraciones de Frank Frazetta. La humedad del barro, el áspero roce del hueso y el metal, el sabor ocre de la sangre, la peste de los desaliñados personajes, la humedad de las cuevas o el sofocante sol del desierto son algunas de las sensaciones que los lápices de Guéra –apoyados por unos terrosos colores de Giulia Brusco- logran transmitir al lector en páginas de un ajustado ritmo cuyo vigor a la hora de retratar las brutales escenas de acción recuerda a la puesta en escena cinematográfica del Mel Gibson más vigoroso.


Si bien el guión se toma ciertas licencias ajustando a los personajes desde una óptica contemporánea –poner en boca de Adán un diálogo como “Chicos, decidle a vuestra madre que cierre esa puta boca mentirosa antes de que le hunda la manzana más cercana en la garganta” (sic) resulta realmente chocante-, Antes del Diluvio, primer arco argumental de la serie recién publicado en España por Planeta Cómic, supone un puñetazo sobre la mesa por parte de sus autores que atrapa la atención del lector que se acerque indeciso a una de las propuestas más potentes de la temporada. Propuesta que, pese a un ritmo de publicación irregular debido al resto de compromisos profesionales de sus dos principales artífices (casi un año de espera para completar la publicación de los cinco números recopilados en el presente tomo; casi dos sin noticias del previsto segundo volumen), es sin duda una de las lecturas más estimulantes de la última cosecha de novedades.