Montage #3

Encontronazos violentos

Montage #3 Japón - 2018
Guionista:Jun Watanabe
Dibujante:Jun Watanabe
Editorial:Planeta Cómic - 384 páginas - color Precio:14,95€

PUNTUACION
3/5

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Tras los violentos sucesos de la anterior entrega, donde se presentaban nuevos personajes y se abrían nuevas tramas con ramificaciones pertenecientes tanto al pasado como al presente, en este tercer volumen de Montage el autor decide levantar el pie del acelerador para narrar el siguiente capítulo en la angustiosa peripecia de los fugitivos adolescentes Yamato y Miku, situados contra su voluntad en el centro una conspiración sobre el robo de un botín millonario acontecido décadas atrás.


Frente a las múltiples líneas argumentales de la entrega previa, Jun Watanabe centra la trama de este tomo en el tiempo presente y la amenaza inminente que supone para los protagonistas la presencia de Asagiri, el cruel sicario adolescente que ha rastreado la pista de los protagonistas hasta su actual escondite mientras estos siguen el rastro del botín robado que les permita limpiar su nombre. Así la presente entrega incluye varias secuencias donde tanto Yamato y su inesperado aliado, el bisoño agente de policía Mizuhara, deben hacer frente a tan cruel y violento adversario. Un personaje este último que descubre a su vez que ha estado siendo manipulado y se ha visto involucrado contra su voluntad en una conspiración que le viene demasiado grande.


Watanabe demuestra en esta entrega su gran talento en el manejo del suspense, ejecutando escenas de gran tensión como el enfrentamiento en el baño, el episodio donde los maniatados y amordazados protagonistas deben lograr escapar de la furgoneta en la que han sido encerrados o la carrera automovilística contra reloj para poder salvar la vida a cierto personaje. El dinamismo que el dibujo imprime a secuencias como las citadas atrapa al lector gracias a su eficaz uso de las líneas cinéticas así como al nivel de detalle de cada viñeta. Su inteligente uso de la descompresión narrativa propia del manga junto a un versátil uso de los ángulos y los planos detalle potencian la tensión planteada por el guión, dando a cada secuencia de acecho, a cada encontronazo violento una fuerza mayor de la planteada sobre el papel que recuerdan poderosamente a la puesta en escena del mejor cine giallo italiano.


Argumentalmente esta tercera entrega resulta quizá más parca al no hacer avanzar apenas la trama principal más allá de la revelación de la identidad de un poderoso personaje relacionado con el robo de los 300 millones y la aparición de un misterioso hombre con una muleta que tiene sus propios intereses en el asunto. Detalles que Watanabe administra con cuentagotas, sin duda de cara a su desarrollo posterior pero cuya laxitud narrativa quizá pueda ser frustrante para el lector no acostumbrado al tempo narrativo característico del manga. La explosiva escena (en el sentido más literal del término) que cierra el presente tomo sigue dejando a los lectores con más preguntas que respuestas que de momento solo acrecientan el interés por este modélico seinen.