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Marvel Gold - El Poderoso Thor #5: ¡El Fin del Mundo! Comic Digital
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Marvel Gold - El Poderoso Thor #5: ¡El Fin del Mundo!

De finales e inicios

Un artículo de Rodrigo Arizaga Iturralde - Introducido el 06/06/2018

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La edición integral que Panini Cómics está consagrando a la etapa clásica del dios del trueno llega a un interesante punto de inflexión en el presente tomo. Tanto a nivel argumental como autoral, pues en el mismo se produce un relevo tanto en los guiones como al dibujo. Si ya en la entrega previa habíamos asistido a la despedida de Jack Kirby y la llegada de John Buscema como dibujante de la serie, aquí el personaje dice adiós a Stan Lee como cronista de sus aventuras para recibir a un imberbe Gerry Conway (acababa de cumplir diecinueve años) listo para aportar savia nueva a sus aventuras.


El tomo se abre precisamente con las últimas historias firmadas por Lee, una ambiciosa saga que comienza con Odín enviando a Thor a investigar una misteriosa amenaza cósmica. En el trascurso de la misma el protagonista descubrirá un secreto que le llevará a enfrentarse con su propio padre mientras su hermanastro Loki, fiel a su traicionera naturaleza, aprovecha la jugada para intentar hacerse de nuevo con el poder. Unos números donde Lee despliega una enrevesada trama de misterios y traiciones, sin espacio para tiempos muertos y en los que sobresale la aparición de la villana Hela. Precisamente esta última acaba desvelándose como el gran personaje de la presente entrega, adquiriendo un desarrollo inédito en sus anteriores apariciones. Un desarrollo que la afianza como una de las mejores antagonistas del hijo de Odín gracias a un trasfondo dramático que la aparta de la simple villana unidimensional.


Precisamente Hela vuelve a jugar un papel determinante con la llegada de Conway. Tras una primera historia narrando el regreso del villano Mangog, la aparente muerte de Odín lleva a un enfrentamiento entre Hela, diosa de la muerte nórdica y Plutón, su equivalente grecorromano, por el alma del monarca de Asgard. Otorgando una mayor presencia que su predecesor a los personajes secundarios (Sif, Karnilla, los Tres Guerreros), los guiones de Conway demuestran su gran amor por la fantasía, con claras influencias no solo de la mitología nórdica de la que provienen los personajes (su uso del mito del Ragnarok) sino también de fuentes como el mito artúrico o la obra de J.R.R. Tolkien. Un leve pero significativo cambio respecto a la ficción de raíces cósmicas habituales en Lee que tiene su reflejo en el apartado gráfico. Y es que si bien en las primeras entregas del tomo Buscema hace un trabajo más que competente, lo cierto es que peca de querer imitar el inconfundible estilo de Jack Kirby. Sin embargo a medida que avanza su colaboración con Conway, sus trazos parecen adquirir mayor personalidad propia, gracias a su mayor disfrute de un género (la fantasía heroica) al que poco después comenzaría a dar salida mediante su labor en las series de Conan el Bárbaro.


Todo ello no implica que Conway permanezca ajeno al resto del universo Marvel o desprecie el elemento cósmico de la serie. Entregas posteriores con la aparición de personajes como el Hombre Absorbente, Ego, Estela Plateada o la trama que lleva a la creación de una nueva raza de dioses (¿Guiño irónico al trabajo de Kirby en la competencia?) así lo demuestran. Conway incluso se permite un pequeño experimento metalingüístico mediante una historia en la que tanto él mismo como varios compañeros guionistas aparecen como personajes secundarios. Los estupendos textos extras que acompañan la edición, obra tanto de los propios guionistas como de Raimon Fonseca, ponen en contexto y permiten apreciar mejor el valor y la influencia posterior de una etapa que, incluso con sus formas desgastadas el paso del las décadas, sigue sosteniéndose como un estupendo trabajo.


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