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Marvel Saga #56 - Daredevil #16: El Diablo se da un paseo Comic Digital
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Marvel Saga #56 - Daredevil #16: El Diablo se da un paseo

El tour europeo de Matt Murdock

Un artículo de José María Pérez Cuajares - Introducido el 19/06/2018
AVISO: Éste artículo contiene posibles spoilers. En él se revelan aspectos argumentales que el lector podría preferir descubir por sí mismo.

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La marcha de Brian Michael Bendis como guionista de la serie supuso todo un reto para Ed Brubaker. Y no es que dudemos de la maestría del nuevo guionista, pero es que una etapa tan redonda como la de Bendis era difícil de superar, y si a eso añadimos el tremendo cliffhanger con el que terminaba, las cosas no se ponían fáciles para ganarse el favor del público. Sin embargo, bastó con la publicación de la primera saga, recogida en el volumen anterior, para disipar todas las dudas y arreglárselas para continuar la saga allá donde Bendis la dejó e incluso, seguir avanzando en la trama sin necesidad de dar bruscos giros de timón que desconcertasen a los lectores más fieles.


Recordemos que el abogado Matt Murdock ha terminado en prisión por los crímenes que se atribuyen a Daredevil, después de que la identidad civil del vigilante saliera a la luz en una de las sagas más memorables de la etapa de Bendis. En El Diablo en la Galería D, Brubaker alternaba tramas que se sucedían dentro y fuera de la prisión y nos dejaba a un fugado Murdock, decidido a todo con tal de atrapar al asesino de Foggy Nelson. Con esta excusa y durante seis entregas, acompañaremos a nuestro héroe por media Europa, buscando la menor pista que le lleve ante Alton Lennox, quién dio la orden de acabar con la vida de Foggy. Aunque quienes conozcan la obra de Brubaker saben que sus mejores trabajos en el mundo del cómic no incluyen superhéroes, el guionista aprovecha la gira de Murdock para rescatar del olvido a villanos de segunda fila, dejarnos alguna que otra escena de acción y demostrar que tiene un amplio conocimiento del universo Marvel en general y de la historia de Daredevil en particular, que haría palidecer al más acérrimo fan.


Así, junto a villanos casi desaparecidos, recuperará a secundarios tan memorables como Dakota North, aunque todos ellos palidecen ante el regreso del Matador. Efectivamente, nuestros peores temores se hacen realidad cuando vemos que el villano disfrazado de torero va a verse las caras con el cuernecitos, pero estaba claro que si durante su visita europea iba a pasarse por España, tendríamos que transigir con alguno que otro tópico y en un solo número aparecen tantos que casi podríamos atragantarnos. Sin embargo, este pequeño alto en el camino no hace bajar el buen nivel conseguido en el resto del tomo y, además, nos hace ver con otros ojos si la visita que se hace en estas mismas páginas a Francia no está cubierta de los mismos tópicos.


Michael Lark sigue siendo otro de los motivos que hacen de este tomo compra obligada. El artista sigue moviéndose con comodidad en los ambientes noir que tan bien describe Brubaker y se nota la complicidad entre el escritor y el artista, fruto de años de colaboración. Incluso en escenas tan complicadas como el mencionado encuentro enre Daredevil y el Matador, Lark se las apaña para darle un toque de inesperado realismo que salva la situación. Aunque no todas las entregas incluidas en el tomo cuentan con su dibujo, basta decir que nuestro compatriota David Aja se encarga del resto para asegurar la calidad en cada una de las viñetas, y es que el arte del vallisoletano va en aumento en cada nuevo proyecto y eso lo saben bien quienes hayan disfrutado de la serie dedicada a Ojo de Halcón.

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