Star Wars: La Última Orden

Épico final para una trilogía mítica

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Hace poco hablábamos de una de las últimas referencias que Planeta había incluido en su catálogo relativo a Star Wars, una novela que veía la luz a la par que el estreno cinematográfico, Han Solo. Sabedores de lo bien que vende la franquicia, es normal que intenten sacar el máximo rendimiento a todos los productos de la marca. Hay que aprovechar el tirón. De esta manera, y con muy poco tiempo transcurrido entre una y otra, nos llega un título mítico, el cierre de la trilogía más conocida y famosa de cuantas han sido publicadas a lo largo de los años, este Star Wars: La Última Orden que pone fin a La Nueva República.


Publicada por primera vez en nuestro país allá por el año 1993 gracias a Martínez Roca, ahora ve la luz otra vez gracias a la labor combinada de Planeta Cómic y Timun Mas. Conocida también como La Trilogía de Thrawn, ha tenido incluso su versión en viñetas, y el éxito cosechado siempre ha sido el mismo, la ventaja de contar con personajes tan carismáticos como bien construidos. Eso y un escritor de la talla de Timothy Zahn, un autor curtido en mil batallas que ha sido reconocido en más de una ocasión con algún premio de envergadura a lo largo de su extensa y prolífica carrera.


La acción de La Última Orden tiene lugar cinco años después de El Retorno del Jedi, el cierre de la conocida Trilogía Cinematográfica Clásica, y nos trae de vuelta a algunos de los personajes que pudimos ver y disfrutar en aquellas películas. La República está sufriendo de lo lindo tras haber sido atacada por el ejército del mencionado Almirante Thrawn, que ha conseguido juntar los “restos imperiales” para frenar a los rebeldes. Si sumamos a esto la tecnología del Emperador para poder crear soldados clon, la cosa no pinta demasiado bien para los buenos de la historia.


Pero, hablando de ellos, ¿dónde están los héroes? Han y Chewbacca están intentando formar un grupo de contrabandistas lo suficientemente importante como para lanzar un ataque contra el Imperio. Leia servirá de nexo de unión en la República al tiempo que se prepara para dar a luz a sus gemelos, dos nuevos Jedi que se unirán a la causa en un futuro. Por su parte, Luke Skywalker liderará un pequeño ejército y le tocará bailar con la más fea ya que su misión consistirá en atacar la fortaleza donde Thrawn tiene escondidas sus máquinas de clonación de soldados. Todas las piezas se encuentran dispersas sobre el tablero y acción no va a faltar para que todas se muevan en la dirección correcta.


Al igual que ocurría en Star Wars: Sinvergüenzas, la prosa de Zahn se alza con el protagonismo absoluto. Sabe manejar a la perfección el ritmo de la historia, la construcción de personajes (ya conocidos de pasadas entregas), el manejo de los giros de guión y las sorpresas. Si atendemos a la extensa producción literaria que ha tenido la franquicia, hay que saber valorar en su justa medida la buena aceptación que siempre ha tenido esta trilogía entre todos los aficionados, así que esta Trilogía de La Nueva República es un referente para aquel que quiera probar suerte en el universo expandido de una de las historias de ciencia ficción más famosas de la historia.