Marvel Integral - Ultimate Spiderman #1: Origen

Brian Michael Bendis nos ofrece su versión “definitiva” del trepamuros

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Corría el año 2000 y la industria comiquera afrontaba otro de esos baches que la amenazan regularmente. Además, y no olvidemos que estamos en una época anterior al aluvión peliculero y dominio taquillero absoluto de los films superheroicos Marvel, la Casa de las Ideas no pasaba por su mejor momento creativo.

La idea de la creación de nació de la complicada mente de Bill Jemas que, viniendo de la industria de las trading cards y los coleccionables, pensaba que el principal problema que impedía aumentar las ventas era la complejidad que habían adquirido las líneas argumentales de la mayoría de pesos pesados de la editorial. Secundado por Joe Quesada hasta cierto punto -aunque este último pensaba que la solución a los problemas de la editorial pasaba por crear nuevos personajes atrayentes-, decidieron darle una oportunidad al concepto y relanzar algunas de las más importantes marcas de la casa.


Quesada optó entonces por contactar con un desconocido autor proveniente del panorama independiente llamado Brian Michael Bendis -¿os suena de algo?- que se había hecho notar gracias a sus propuestas noir en sellos como Caliber Comics, Oni Press e incluso, Image Comics. El resto, como suele decirse, ya es historia. El autor optó por acercarse al personaje de manera desinhibida y actual, respetando gran parte del legado de Peter Parker pero adaptando la acción y, sobre todo, el diálogo a los nuevos tiempos. Estas decisiones y una campaña publicitaria de las que hacen época llevaron a un éxito absoluto en ventas y crítica que situaron rápidamente al escritor en el centro del objetivo mediático.

“Un gran poder conlleva una gran responsabilidad” en el año 2001

Hay que reconocer que Spiderman puede ser uno de los personajes mainstream con un mayor número de versiones, reinvenciones y relanzamientos a sus espaldas en la historia de la viñeta. Así y sin pensar mucho, ejemplos como Capítulo Uno, Un Día Más o La Saga del Clon aún tienen un hueco especial en nuestras pesadillas comiqueras y podemos decir sin temor a equivocarnos que, como a Peter Parker, la mala suerte ha acompañado a la mayoría de ellas.

Esta fue la principal razón por la que los lectores que se acercaron a esta versión “definitiva” cargaran una gran cantidad de cautela y temor a sus espaldas. Al fin y al cabo, pasábamos por una etapa en la que Marvel creía que el sinónimo perfecto de calidad era “portada holográfica reflectante de tinta áurea tornasolada”. Sin embargo, Bendis se confirmó con esta obra como un guionista con voz propia, capaz de captar la esencia de los personajes y actualizarlos sin olvidar aquello que los definía y con una pluma increíble para los diálogos que fusionan de manera natural diversión, velocidad y respeto a cada personaje.


Ahora, Panini recoge el primer año de la colección en su nueva línea Integral, ofreciendo a los lectores la oportunidad de redescubrir esta mayúscula historia que nos presenta a nuestro adorado Parker bajo un nuevo prisma y, aunque muchos de los aspectos modernos del título han quedado sepultados bajo más de 15 años de historia, dota al personaje de interesantes nuevas inquietudes, problemas y situaciones.


El arte de Mark Bagley es perfecto para esta propuesta gracias a su trazo limpio y detallado. El dibujante capta a la perfección a ese Peter adolescente y su Spiderman se nos muestra como un ser elástico e imposible capaz de realizar fantásticas acrobacias mientras lanza decenas de mordientes y, ¿cómo no?, absurdas frases a sus innumerables enemigos.

Un tomo espectacular que se convierte en una de las lecturas imprescindibles de este verano 2018 gracias a su genialidad a la hora de narrarnos un nuevo capítulo en la historia de nuestro adorado vecino Spiderman.