Marvel Saga #58 - El Castigador #12: El Fin

Hasta pronto, Frank Castle

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Dicen que todo lo bueno tiene un final, y el tomo que ahora edita Panini supone la despedida de Garth Ennis de uno de sus proyectos más recordados cumple con creces esta máxima. Además, Ennis anunció su marcha en el momento justo, dejando claro que es mejor irse de la fiesta cuando aún te lo estás pasando bien. Durante su longeva etapa y aprovechando que la serie estaba dentro del sello MAX, que garantizaba mayor libertad a la hora de contar las andanzas de Frank Castle y sus nada amigables métodos para combatir el crimen, Ennis supo encontrar el equilibrio perfecto entre historias más ligeras y casi humorísticas, en las que la violencia llegaba a tales extremos que parecía sacada de los dibujos animados del Coyote y el Correcaminos, y otras más reflexivas en las que precisamente la falta de violencia expresa nos dejaba en bastantes ocasiones con un nudo en el estómago, cuando denunciaba lacras sociales como la trata de blancas o el negocio armamentístico.


Además de la comentada libertad de acción, Ennis quería dejar claro que no se trataba de otra serie más dedicada a la interminable cruzada contra el crimen de Castle y, por eso, se tomaba bastantes libertades, como el hecho de que la edad del protagonista era mucho más avanzada que lo que habíamos visto hasta el momento y, en general, toda la etapa tenía un cierto aire a testamento y última voluntad, como si desde la primera entrega se nos estuviesen contando los últimos días de Frank Castle. Por supuesto, en estas últimas entregas hay que echar la vista atrás en varias ocasiones para recordar los cabos sueltos, como todo el tema de la CIA y el agente Rawlins, o incluso ir mucho más atrás en el tiempo para revisitar Valley Forge y conocer cómo su etapa en Vietnam le marcaría para siempre.


Goran Parlov vuelve a hacerse cargo del dibujo, convirtiéndose casi en el dibujante oficial de esta etapa, y dejándonos a un Castigador más cínico y calculador que nunca, a quien dota de una mirada que denota el paso del tiempo al que antes aludía y, sobre todo, que se trata de un personaje que ya no tiene nada que perder. En sus manos, personajes como Nick Furia, Castle o el inclasificable Barracuda parecen haber vivido varias vidas mientras no mirábamos y la dureza de algunas de las historias no se entendería bien sin el arte de Parlov.


Como ha demostrado Panini desde la primera entrega, esta etapa se ha editado con un mimo especial, cubriendo de forma cronológica la saga completa y las miniseries del autor y, por eso, no nos extraña encontrar al final del tomo la historia El Fin, un número autoconclusivo también firmado por Ennis y dibujado por el sensacional Richard Corben, que supone un epílogo perfecto a estos números. En esta apocalíptica historia, Castle ha terminado con sus huesos en la cárcel, un final que muchos auguramos al violento justiciero, pero cuando consigue escapar de allí tendrá que enfrentarse a una sociedad muy distinta a la que dejó atrás, donde todo está justificado con tal de sobrevivir.

Corben hace un fantástico trabajo rediseñando al personaje para darle la edad necesaria y una nueva perspectiva en su peculiar vendetta, y Ennis aprovecha esta especie de What If? no oficial para imaginar uno de los posibles finales del personaje. Concluye así una más que recomendable etapa del Castigador, de nuevo a disposición de los lectores gracias al buen hacer de Panini, que no debe faltar en la biblioteca del fan más exigente.