Nightwing: El Nuevo Orden

Dick Grayson impone un mundo sin héroes

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Siempre me han encantado las historias alternativas, fuera de continuidad. El hecho de que en una esquina de la portada aparezca el sello Otros Mundos, Tierra Uno o similar, significa que las sorpresas me esperan en cada página y que, al menos en el cómic que tengo entre las manos, todo es posible. Es como si en el resto de ocasiones, supiera que nada de lo que pase en sus páginas va a mantenerse así mucho tiempo y que los héroes que mueren defendiendo la ciudad siempre van a resucitar, lo que desaparecen van a volver y hasta los que se casan vuelven a estar solteros con el simple paso del tiempo. Por eso estoy disfrutando tanto con las nuevas ediciones que ECC está realizando de los proyectos Otros Mundos, muchos de los cuales se están publicando por vez primera en nuestro país, o de la serie Injustice que, a pesar de tratarse de un producto derivado de otro medio como son los videojuegos, demuestra con cada nueva entrega que contiene más inventiva y originalidad en cada página que el resto de novedades oficiales del mes.


La historia que Kyle Higgins y Trevor McCarthy nos proponen es tan sencilla en su planteamiento como interesante en su forma de desarrollarse. Corre el año 2018 y, durante una espectacular batalla que tiene lugar en Metrópolis, la ciudad queda arrasada y las bajas son más numerosas de lo que nadie se ha atrevido a imaginar. Dick Grayson, quien durante años acompañó a Batman como su inseparable Robin, ha decidido que es hora de ponerle fin a esta locura y, con medios que no quedan muy bien explicados (tampoco es que importe demasiado, pero el guionista podría haberse currado un poco más esta parte), elimina todo rastro de superpoderes y comienza una persecución implacable contra aquellos que han escapado al férreo control de los Cruzados, nombre que recibe el nuevo grupo policial que se ha instaurado.


Damos un nuevo salto en el tiempo hasta el año 2040, en el que el Nuevo Orden al que hace referencia el título lleva años instaurado y todo parece funcionar a las mil maravillas, aunque como suele suceder, algo lo volverá a cambiar todo antes de lo que piensan. Cuando la familia de Grayson se coloca en el punto de mira, nuestro héroe, ahora convertido en un involuntario villano, deberá cambiar de bando y buscar la ayuda de los pocos metahumanos que aún sobreviven, escondidos de una sociedad que ahora les teme y repudia, y todo gracias a las acciones llevadas a cabo por Dick años atrás. Jake Grayson es el encargado de contarnos esta historia, lo que resulta todo un acierto, ya que el guionista utiliza al hijo de nuestro protagonista para ir narrando en cada momento las motivaciones del personaje, sus miedos y, sobre todo, su relación con la comunidad superheróica a la que in día perteneció su propio padre.


Trevor McCarthy se hace cargo del dibujo, y aunque no se trate de un artista especialmente conocido, su estilo le va como anillo al dedo a la historia urdida por Higgins, ya que sus lápices, a los que favorece el ambiente oscuro y opresivo que acompaña al nuevo régimen, narran con mucha fluidez lo que sucede en cada momento. En tan solo seis números, se nos presenta una historia que a buen seguro podría haber sido continuada de haber tenido mejores ventas, como ha pasado con la miniserie de Sean Murphy que acaba de comenzar su publicación en nuestro país. Una interesante aproximación a unos personajes que conocemos de sobra a través de muchas grandes historias, pero que en esta ocasión se nos muestras novedosos y frescos gracias al buen hacer de su guionista, que nos deja una historia imaginativa y muy bien contada.