Fatale Integral #1

Brillante dosis de terror noir de mano de Ed Brubaker y Sean Phillips

Tweet

Artículos relacionados

Hay equipos creativos que se convierten en verdaderos iconos del noveno arte gracias a sus colaboraciones conjuntas, sea gracias a una sola obra o a su continuada colaboración en el mundo de las viñetas. Uno de los casos más claros de esta simbiosis creativa la encontramos sin duda alguna en Ed Brubaker y Sean Phillips. Desde que comenzaran su colaboración en Sleeper -hace ya la friolera de 15 largos años-, sus propuestas se han convertido en una lectura imprescindible para todos los fans del cómic, independientemente del género en el que se clasificaran. Obras como La Escena del Crimen, Incognito, The Fade Out y, por supuesto, Criminal han llamado la atención de los lectores gracias a la complejidad, elegancia y perfección de sus páginas.


Mientras esperamos la llegada de su próxima propuesta -por si no lo habíais oido se llama Kill or Be Killed y Panini Cómics la lanza en octubre-, aquí nos llega la edición definitiva de uno de sus más inesperados y brillantes trabajos: Fatale. Mucho se ha hablado de esta obra y sus múltiples logros. Miles de estudiosos del medio han loado este cómic gracias a su valentía a la hora de revolucionar ese personaje recurrente, a medio camino entre el macguffin y el elemento decorativo, omnipresente en el noir que es la femme fatale. Una figura a menudo usada simplemente como pieza intercambiable para hacer avanzar la trama o como damisela en apuros que solo existe para ser rescatada por nuestro protagonista, asesinada por el villano de turno o convertida en moneda de cambio o traición dependiendo del autor.


Sin embargo, en manos de Brubaker, esta mujer fatal se convierte en el motor de la trama y, gracias a la elección de los autores de incluir un elemento abiertamente fantástico en su colección, alcanza la categoría de icono noir gracias a la maldición que le impide morir y que la hará cruzar su destino con cada uno de los modelos de detective privado o granítico policía que el género nos ha regalado desde su creación en los años 50.

De esta manera, Brubaker y Phillips se permiten subvertir las reglas establecidas del género y sumergirse en el género que adoran sin ningún límite que les impida ofrecer a los lectores una experiencia única, que bebe directamente de clásicos de la literatura como Raymond Chandler, Dashiel Hammet o Carroll John Daly con generosas dosis de Edgar Allan Poe, H.P. Lovecraft y August Derleth. El relato resultante capta a la perfección esa opresiva atmósfera de perdición y soledad enraizada en el género negro, consiguiendo magnificarla gracias a la inclusión de los parajes terroríficos, horrores primigenios y sofocante locura propios del horror literario.


La maldición de Josephine no le permite escapar a la horrible realidad que le ha tocado vivir, donde sectas demoniacas, crueles monstruosidades e inhumanas barbaries son perpetradas a diario. Nuestra protagonista intentará huir de esta existencia con la ayuda de aquellos que se cruzan en su camino y, debido a una de las cláusulas de esa maldición, caen irremediablemente enamorados de su belleza. Este primer volumen narra el periplo de Jo desde el San Francisco de los años 50 hasta el sórdido mundo de Los Ángeles a mediados de los 70, donde actores fracasados luchan por volver a la fama en un mundo dominado por productores sin escrúpulos y feroces culto satánicos.

Un nuevo logro de este insuperable tándem creativo que ha dejado lo mejor para el final y promete un clímax salvaje que satisfará a todos los aficionados al mejor noir, el horror más abyecto y el buen cómic en general.