Marvel Saga #64 - Daredevil #18: Sin Miedo

Destilando la esencia del miedo

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A estas alturas de la colección, podemos dejar claro que Brian Michael Bendis y Ed Brubaker pertenecen a la lista de autores que han ayudado a definir, con el paso de los años, a un personaje tan rico y complejo como Daredevil. Ya vimos en el primer tomo de la etapa de Brubaker, cómo sus primeros pasos dentro de la colección pasaban por continuar lo iniciado por Bendis y, en especial, por devolver la normalidad al personaje tras el tremendo cliffhanger con el que el guionista se despedía de su larga estancia como guionista del cuernecitos. Pero lejos de dejarse apabullar por el encargo, Brubaker resolvía con maestría la papeleta, e incluso mantenía algunos elementos sin alterar, como Milla, la actual esposa de Murdock, que en este tomo va a ganar en protagonismo y carga dramática.


Pero antes de llegar a esa parte, recordemos que el tomo se abre con la entrega 100 de la colección, siempre desde que Kevin Smith y Joe Quesada relanzasen la colección o, lo que es lo mismo, desde que comienza la recopilación de esta línea Marvel Saga que tantos buenos momentos nos está dando. Para celebrar el acontecimiento, se iniciaba la saga Sin Miedo, en la que Brubaker decidió recuperar de nuevo a un villano casi olvidado y darle unos toquecitos para actualizarlo. Si logró hacerlo con El Matador, las posibilidades eran infinitas. El elegido para la ocasión, que resolvía así algunas de las tramas abiertas en el anterior volumen, era Larry Cranston, el temible Mister Miedo, que lanza capsulas de una toxina que potencia los mayores miedos de los héroes a los que se enfrenta. Aprovechando esta circunstancia, Brubaker invitaría a la fiesta a dibujantes de la categoría de John Romita padre, Alex Maleev, Gene Colan, Bill Sienkiewicz o Lee Bermejo, que se encargarían de poner en imágenes diversos miedos del cuernecitos, basados a su vez en etapas muy significativas dentro de su historia como héroe de Hell´s Kitchen.


El resultado es un número muy potente, tanto a nivel visual como narrativo, que aprovecha la ocasión del aniversario para crear una historia ciertamente diferente a las que solemos leer. Siempre es un placer ver de nuevo como Sienkiewicz dibuja a Elektra una vez más, a Maleev reencontrarse con Daredevil tras la marcha de Bendis, o el sencillamente perfecto arte de Bermejo. Sin embargo, el grueso del tomo lo ocupa el resto de la saga, ya con Michael Lark a los lápices, y en pocas páginas demuestra porqué es el dibujante regular de la serie, consiguiendo que sus tonos noir y el estilo sencillo pero efectivo de sus dibujos son muy culpables del éxito de la etapa de Brubaker.


Sin desvelar demasiado, decir que Milla recupera el protagonismo perdido hace algunos números, aunque no de la forma esperada, ya que Nelson y Murdock deberán poner todo su empeño como abogados para salvarla de la cárcel. Como suele suceder, los bajos fondos de la Cocina del Infierno también tendrán protagonismo en este tomo, ya que continúa la búsqueda del nuevo rey del crimen de la ciudad y quizás el encapuchado tiene algo que decir al respecto. El tomo incluye también el segundo anual de la serie, con una historia ideada por Brubaker aunque quien firme el guión sea Ande Parks y dibujada por Leandro Fernández, toda una garantía en cuanto a contar historias de crimen y violencia, como demostró en su longeva etapa junto a Garth Ennis en El Castigador, recientemente recuperada por Panini en esta misma cabecera Marvel Saga. Brubaker sigue en plena forma y los fans del abogado ciego no deberían dejar escapar la oportunidad de conocer lo que el guionista está aportando al personaje.