Superman: El Nuevo Milenio #3 - Emperador Joker

El reinado cósmico del payaso del crimen

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Con todo el catálogo de la poderosa DC Comics a su disposición, ECC debe medir muy bien las etapas clásicas de los distintos personajes que quiere recuperar, para contentar a sus lectores de todas las edades y preferencias, dando una variedad suficiente para que todos estén satisfechos. Por eso la llegada de esta serie de volúmenes bajo el título Superman: El Nuevo milenio suponía un soplo de aire fresco dentro de lo que se estaba recopilando sobre el personaje. Un equipo de guionistas formado por Jeph Loeb, Joe Kelly y Mark Schultz llegaba para tomarse un poco menos en serio las aventuras del último hijo de Krypton y derrochar toneladas de imaginación, diversión y aventuras que se alejasen tangencialmente de ese tono maduro y sombrío que asolaba la mayoría de títulos allá por 1999.


Estas fueron las armas con la que los autores se enfrentaban a la llegada del temible efecto 2000, que fue explorado a fondo en el primer volumen de la colección y, a partir de ahí, se fueron construyendo historias tan inesperadas como memorables que, a menudo y siguiendo la tradición, seguían de una cabecera a otra del personaje, haciendo que cada guionista tuviera que continuar la trama iniciada por su compañero. El segundo tomo finalizaba con Superman dado por muerto, lo que provocaba que el inicio de esta tercera entrega comience con Estado Crítico, una saga centrada en los esfuerzos de Superboy, Supergirl, Steel y Atom por devolverle la vida al Hombre de Acero a toda costa, aunque Deathstroke no tenga las mismas ideas y haga lo imposible por mantener muerto a nuestro héroe, incluido enfrentarse a una irreconocible Lois Lane.


Una vez recuperado su habitual buen estado de salud, volvemos a la normalidad con Desvío, una simpática historia guionizada por Loeb en la que recuperamos al personaje de Máxima, que tanto juego diera algún tiempo atrás en las distintas colecciones. Dos son los dibujantes que se hacen cargo del número, con la peculiaridad de la forma de alternarse. Ed McGuinness se hace cargo del dibujo de las páginas que transcurren la Tierra, mientras que Paul Pelletier hace lo propio con la parte de la historia que tiene lugar en el espacio. Toda una curiosidad para los aficionados más completistas del personaje. En el tomo también habrá lugar para que los fans de Kano, Mike Miller o Cary Nord queden contentos con una nueva ración de su dibujante favorito.


El resto del tomo incluye dos sagas relacionadas, con el Joker como plato fuerte. Superman: Arkham es el comienzo de la historia, que nos presenta a un personaje que nada tiene que ver con el que hemos dejado un par de páginas atrás y, a continuación y tras un especial con el mismo nombre, arranca Emperador Joker, una saga en cinco entregas en la que sucede lo imposible y el enemigo de Batman termina consiguiendo poderes cósmicos que le llevarán a autoproclamarse emperador del universo, aunque Superman probablemente tenga algo que decir en este tema. Una saga excesiva y muy divertida e inesperada que sigue dejando claro el tono conseguido por los autores en esta etapa.