Marvel Saga #65 - El Asombroso Spiderman #30: El Origen de las Especies

Los villanos del trepamuros se reúnen para el final de “Un Nuevo Día”

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Aunque nos parezca mentira, habían transcurrido ya tres años desde que Un Nuevo Día llegase a la serie del trepamuros. Desde entonces, y haciendo balance, hemos disfrutado de varios equipos creativos bastante sólidos, que han garantizado entretenimiento constante en cada número y que hacían que los lectores devorásemos las páginas de cada nueva entrega, algo nada fácil si tenemos en cuenta que el paso de los años pesa en ocasiones demasiado para determinados personajes. Lejos de caer en el error de volver a contar una y otra vez las mismas historias, los autores optaron por devolver a Peter la frescura perdida en los años anteriores, dejándolo soltero de nuevo y volviendo a incorporar una divertida y caótica vida sentimental a sus aventuras, algo que muchos echábamos de menos. Los villanos no iban a ser menos y, durante este tiempo, se recuperaron los principales enemigos de Spiderman, reinventándolos para los nuevos tiempos y recuperando al mismo tiempo su esencia, haciéndolos misteriosos y nuevamente interesantes, tras décadas de licuar contra el trepamuros sin éxito.


Ahora que llegaba el momento de comenzar una nueva etapa dentro de la serie, que llevaría por nombre A Lo Grande, y que podremos disfrutar a partir del próximo tomo de Marvel Saga, era hora de cerrar las tramas abiertas y allanar el terreno para que los nuevos lectores pudieran incorporarse sin mayores problemas a la lectura. El encargado de llevar a cabo esta hercúlea tarea fue Mark Waid, quien en las cinco partes de que consta El Origen de las Especies, se las arreglaba para comprimir todas las historias abiertas por sus colegas y darles un cierre aproximado, ideal para dar carpertazo a esta longeva etapa llamada Un Nuevo Día.


La principal historia que debía llegar a su conclusión era la Lilly Hollister. Su llegada a la colección estuvo llena de misterios y con las sagas El Rastro de la Araña e Hijo de América, fuimos conociendo su origen, la sorprendente relación sentimental que mantenía con uno de los secundarios habituales de la serie, que aquí no desvelaremos por mantener un poco más el suspense. Los escritores llevaron esta relación al límite dejando embarazada al personaje, algo que provocó verdaderos ríos de tinta por lo sorprendente de la revelación sobre su verdadero padre. Ahora que el nacimiento del bebé era inminente, Waid decidió que esta sería la trama central de la saga final de Un Nuevo Día y, acompañado del genial Paul Azaceta, nos dejó una vibrante saga llena de buenos momentos y geniales diálogos.


Y es que, para darle al parto el dinamismo Marvel necesario, el guionista añadió a la mezcla al Doctor Octopus, que ponía precio a la cabeza del futuro hijo de Amenaza, algo que provocaba que la plana mayor de villanos del universo arácnido hiciese acto de presencia decidido a llevarse el premio gordo. Con esta brillante idea, Waid recuperaba a la mayor parte de protagonistas de la saga El Desafío, y cruzando sus destinos, provocaba que los acontecimientos se sucedieran sin descanso en cada uno de los capítulos. Por si esto fuera poco, los equipos creativos regresaban en el número 647 de la serie, justo para despedirse del personaje antes de la inminente etapa. Una forma de cerrar y abrir al mismo tiempo nuevos caminos que Peter iba a explorar a partir de ahora, y que demuestran que estamos ante uno de los pocos casos en los que un personaje siempre parece tener algo nuevo e interesante que contarnos, no importa en qué manos caiga o cuantos años haga que disfrutamos leyéndolo.