Batman: El Príncipe Oscuro #2

ECC presenta la conclusión de la miniserie de Enrico Marini

Batman: El Príncipe Oscuro #2 USA - 2018
Guionista:Enrico Marini
Dibujante:Enrico Marini
Editorial:ECC Ediciones - 72 páginas - color Precio:13,95€

PUNTUACION
4/5

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Como comentábamos en nuestra reseña del primer volumen de la obra que nos ocupa, Batman es un personaje abierto a múltiples visiones, reinvenciones e interpretaciones. Esa posibilidad de traslación de sus conceptos básicos a diferentes sensibilidades y prismas es lo que lo ha convertido en un icono indiscutible del cómic y en uno de los personajes más populares del noveno arte. Por supuesto, la inimitable galería de villanos y secundarios, la oscuridad de su mitología y el encumbramiento de Gotham como un personaje más de las tramas han ayudado también en gran medida a este punto.


Por este motivo, son muchos los autores que han intentado contribuir al mito desde diferentes puntos de la geografía mundial. El citado estatus de icono del Hombre Murciélago ha permitido que autores del mundo del manga, la animación o el BD hayan probado suerte en la creación de nuevas historias que pudieran situarse entre las obras imprescindibles del personaje. Por esa razón, cuando DC anunció su intención de entregar las llaves de Gotham al genial Enrico Marini, autor consagrado del cómic europeo con obras como El Escorpión, Rapaces o Las Águilas de Roma, fuimos muchos los que recibimos la noticia con anticipación e ilusión, esperando que los suntuosos trazos y bellas ilustraciones del artista consiguieran transportarnos a una Gotham City inesperada y única.

La verdad es que el resultado no decepciona y, aunque se hubiera beneficiado de un guionista algo más sólido, ofrece una visión atrayente del universo del Caballero Oscuro enfrentado, como no podía ser de otra manera, al Joker y Harley Quinn. Marini parece disfrutar sobremanera de las escenas protagonizadas por el psicopático Payaso del Crimen y dedica a esos momentos sus más logrados esfuerzos, otorgando al villano ese aire de peligrosidad jocosa a medio camino entre el amenazador genio diabólico y el incomprendido humorista psicótico.


Como nota negativa, quizás podamos señalar que su retrato de Harley Quinn parece demasiado anclado a los orígenes del personaje, obviando la evolución del mismo en los años posteriores a sus primeras apariciones. No olvidemos que Harleen Quinzel es una psiquiatra de renombre y una mujer curtida, por lo que escenas en las que una niña la corrige ante reacciones psicológicas como el Síndrome de Lima parecen algo forzadas y fuera de lugar.

Aún así, Marini nos ha entregado un relato de espectacular belleza, endiablado ritmo y correcto guión que gustará tanto a versados conocedores del callejero gothamita como a recién llegados a la ciudad.