Ultimate Integral - The Ultimates #2: Seguridad Nacional

Mark Millar y Bryan Hitch redefinen al grupo Marvel más poderoso

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La aparición de la línea Ultimate supuso un intento de presentar a los héroes clásicos de Marvel bajo un prisma más moderno y acorde a los nuevos lectores. Urdida por Joe Quesada y el, por aquel entonces, presidente de la editorial Bill Jemas en el año 2000, la línea se inauguró con el célebre Ultimate Spider-Man y se convirtió instantáneamente en un éxito de público y crítica. A continuación, la línea buscó reforzar sus propuestas con títulos dedicados centrados en los X-Men, los 4 Fantásticos y una mirada inédita a la franquicia vengadora llevada cabo por dos autores de la talla de Mark Millar y Bryan Hitch.


Como recordarán todos los que se acercaron en su momento a este último título, The Ultimates se convirtió instantáneamente en un éxito de crítica y público y en una de las lecturas imprescindibles para entender la última etapa del cómic americano de superhéroes. Millar tomaba en esta propuesta a los personajes clásicos de la Casa de las Ideas y los sumergía en una realidad mundana en la que los gobiernos, los intereses empresariales y la ambición humana ahogaban con su egoísta fuerza la mayoría de ideales, esperanzas y optimismo de este tipo de narrativa. En sus manos, ningún personaje quedaba impoluto y, para deleite del lector, cada uno de ellos se convertía en un ente tridimensional con muchas más caras de las que los sorprendidos espectadores podían esperar.

La primera serie constó de 12 números y sirvió para presentar estas nuevas encarnaciones de protagonistas tan conocidos como Iron Man, Thor, el Capitán América o La Avispa. Tomando más de una idea prestada de ese otro título imprescindible en el superheroico actual que es The Authority de Warren Ellis y de nuevo Hitch, Millar llevaba las características de sus protagonistas hasta el extremo, cogiendo al lector con la guardia baja gracias a los retratos descarnados de los iconos marvelitas.


De esta manera, Steve Rogers es un hombre al que han arrebatado su tiempo y que ha despertado en una sociedad que no reconoce y que no le permite conseguir esa paz mental que ansía tras sus años en el frente de batalla. Rogers es aquí un hombre idealista pero también un soldado puro e inclemente que sólo encuentra algo de tranquilidad en el enfrentamiento y que, por mucho que lo intente, nunca llegará a comprender este mundo en el que ha retornado a la vida.

En manos de Millar, Tony Stark brilla como un billonario filántropo caprichoso que quema la vela por los dos lados para alejar el miedo a una enfermedad que le corroe por dentro, Thor es un guerrero ecologista con delirios de grandeza y una fuerte posibilidad de enfermedad mental (¿o quizás es todo un truco del implacablemente tramposo Loki?) y Hulk es un imparable gigante con la mente de un niño que ha conseguido matar a centenares de personas en un arrebato infantil de furia. Y esto es sólo el principio…


Tras los hechos narrados en el primer volumen, el guionista abre este volumen con las consecuencias de ese horrible suceso y Bruce Banner entre rejas a la espera del juicio que, con total seguridad, significará el final de su vida. Millar nos ofrece aquí una historia introspectiva perfecta para adentrarnos en las psiques de estos torturados personajes y alejada de esos explosivos números que caracterizaron el primer volumen. Gracias al espectacular arte de Hitch, este cambio de ritmo nos ofrece algunos de los mejores momentos de la serie y nos regala conversaciones descarnadas y únicas entre Banner y la mayoría de protagonistas del título entre las que, sin duda alguna, destaca la protagonizada por Betty Ross que conseguirá desmontar al más curtido lector.

Tras esta introducción, Millar se pone manos a la obra y comienza a mover sus fichas para adentrarnos en una intriga salvaje y frenética en el que el futuro de estos Ultimates será puesto a prueba y en el que un misterioso traidor pondrá en jaque la supervivencia del grupo y, por extensión, la del mundo tal y como lo conocemos.

Una lectura necesaria y obligatoria para todos aquellos que busquen un cómic de superhéroes que gana en importancia y trascendencia con cada día que pasa y que nos ofrece un reflejo deformado aunque posible de un mundo en el que los superhéroes decidieran el devenir de nuestra sociedad.