Y: El Último Hombre - Libro Uno Bienvenidos al mundo sin hombres
Como vivimos tiempos de prisas y estrés, intentaré ser breve para aquellos que no tengan tiempo de leer la reseña completa: Llevo más de 30 años leyendo cómics y considero Y: El Último Hombre una de mis series favoritas de todos los tiempos. ¿Seguís ahí? Fantástico, intentaré explicarme un poco más para los que hayáis decidido continuar. No hace mucho leí un artículo del propio Brian K Vaughan, creador de la serie, comentando que en los últimos tiempos la presión para captar la atención de los lectores va en aumento y que, en muchas ocasiones, sólo disponen del primer número de la serie para engancharles o perderlos para siempre. Y parece que el autor decidió seguir su propio consejo al escribir el “episodio piloto” de la colección. En tan sólo 22 páginas, es capaz de presentarnos a nuestro protagonista, sembrar la duda sobre la verdadera causa de la plaga, recorrer medio mundo para comenzar las tramas que, poco a poco, veremos confluir y tener tiempo para cerrar el conjunto con una de las más brillantes splash pages que he tenido el placer de leer.
Esta es la historia de Yorick Brown, de su viaje alrededor del mundo para reunirse con su amada Beth, y de todo lo que le sucede durante este extraño periplo, un ejemplo de libro de texto del “viaje del héroe” y es que, en esta serie, es más importante disfrutar del viaje que llegar a nuestro destino. Yorick es un joven de Brooklyn, aficionado al escapismo, que habla por teléfono con su novia que se encuentra en Australia, al tiempo que intenta escapar de una camisa de fuerza y logra educar a Ampersand, un mono que está entrenando para ayudar a los discapacitados. También conoceremos a su madre, la congresista Brown, para quien el destino tiene grandes planes; a Alter, una militar que se encuentra en medio de un conflicto armado en Cisjordania, quien ha decidido cambiar de nombre para que la muerte no la encuentre; a 355, una misteriosa agente que ha viajado a Jordania en busca de un amuleto; o a la doctora Mann, quien está a punto de dar a luz.
Vaughan se toma su tiempo para que podamos conocer a los personajes, encariñarnos incluso, dándoles dos o tres páginas a cada una de las historias que luego resultarán inevitablemente entrelazadas. Como si de una cuenta atrás se tratase, nos acercamos a la “hora cero” en que todo va a cambiar y las subtramas se van alternando cada vez a mayor ritmo hasta que sucede lo impensable: todos los mamíferos con un cromosoma Y fallecen de forma inexplicable, a excepción de Yorick y su mascota, Ampersand.
Este impactante punto de partida es sólo una de las cualidades de esta imprescindible serie, que funciona bien a muchos niveles. Yorick decidirá cruzar el mundo para reunirse con su amada, al tiempo que trata de encontrar una explicación a lo ocurrido y de ocultarse de todas las miradas, algo nada fácil en un mundo sin hombres. Este importante componente romántico funciona como detonante de la mayor parte de las decisiones de nuestro protagonista, pero también hay sitio para el misterio, la aventura, o ese sentido del humor "único" del que Yorick hace gala en las situaciones más insospechadas. Como decía al principio, no se trata aquí de conocer el final de la historia, de saber si Yorick logra reunirse con Beth, del verdadero motivo por el que los hombres han fallecido, o la explicación de porqué tan sólo Yorick y Ampersand han podido sobrevivir, sino de dejarse llevar por esta magnífica mezcla de géneros, aliñada por inteligentes diálogos y personajes muy bien desarrollados y disfrutar de una de las series más redondas jamás salidas del sello Vertigo. Ahora que ECC ha decidido recuperar la serie en formato de lujo, es la ocasión perfecta de acompañarme a lo largo de estos cinco volúmenes y comprobar si exageraba al alabar esta serie como lo he hecho.
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