The Brave and the Bold: Batman y Wonder Woman

Rescatando a los dioses celtas olvidados

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La antología The Brave and the Bold ha sobrevivido desde 1955 y casi sin interrupción durante casi toda la historia de la editorial DC, utilizando todas las combinaciones posibles de héroes y heroínas y, aún a día de hoy, después de reinventarse varias veces y de que los Nuevos 52 sean ya cosa del pasado, se las arregla para que, de vez en cuando, aparezca entre las novedades del mes una nueva antología que lleva el sobrenombre de The Brave and the Bold. Entre las novedades ofrecidas por ECC destacaba una nueva propuesta de Liam Sharp, tanto en la faceta de dibujante, a la que ya nos tiene acostumbrados, como la de guionista, sobre todo por la atípica pareja de protagonistas que aparecían en su portada. El Hombre Murciélago y la Mujer Maravilla son uno de esos casos en los que los polos opuestos se atraen y la verdad es que, superada la sorpresa inicial, funcionan bastante bien como coprotagonistas.


La miniserie de seis entregas que ahora nos llega como tomo en tapa dura cuenta la historia de Cernunnos, un dios celta que busca a Wonder Woman para que le ayude a descubrir quién ha asesinado al rey de Tir Na Nóg, que no es otra cosa que el reino mágico en el que los dioses celtas conviven. La otra parte de la historia, que lógicamente traerá a Batman a sus páginas, pasa por el barrio irlandés de Gotham City y los sucesos paranormales que están teniendo lugar desde hace algún tiempo. Sin desvelar las sorpresas que esconde la trama, los viajes temporales entre la Tierra y El reino de Tir Na Nóg serán constantes y la alianza entre Batman y Wonder Woman necesaria para resolver este intrincado crimen.

Dos cosas destacan del artista británico después de haber leído el tomo. La primera, que se defiende bastante bien como guionistas y que se nota el trabajo de documentación que ha tenido que poner en marcha antes de escribir la primera línea. En sus páginas hay una gran cantidad de información sobre la mitología celta, que quizás roba demasiados momentos en el primer número de la miniserie, para darle al lector todos los datos necesarios, pero que luego equilibra muy bien acción e información. Son tantos los casos de dibujantes que intentan escribir sus propios cómics y cuyo resultado final roza la catástrofe, que la labor de Sharp es digna de admiración y elogio, ya que consigue un producto original y muy interesante, dejando al lector con ganas de leerle de nuevo.


La segunda cosa en la que destaca es, lógicamente, su dibujo. Desde la primera vez que pude disfrutar de su arte, durante la etapa de Hulk de Peter David, hace ya bastantes años, pocas son las ocasiones, a pesar de que cambie de personaje y hasta de editorial, en la que no le dé una oportunidad y rara vez me decepciona. Su última colaboración con Greg Rucka, también con Wonder Woman como protagonista volvía a darme la razón hace poco tiempo, pero su labor en esta miniserie supera todas las expectativas. Utilizando con gran maestría el diseño de las páginas que, a menudo, mezcla con simbología celta, se nota el cariño que ha puesto en este proyecto, y es que el grado de detalle de los escenarios que crea para la ocasión, el diseño de personajes y, en definitiva, el gusto por un trabajo bien hecho, es palpable en cada una de sus páginas. Una propuesta diferente a las que cada mes inundan las estanterías que, sin duda, sorprenderá a los lectores que decidan darle una oportunidad.