Marvel Gold Daredevil Volumen 2: La Prisión Viviente

Gene Colan perfecciona la versión definitiva del personaje

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Aún recuerdo la lectura de todo este material clásico en la mítica Biblioteca Marvel, aquellos tomitos en blanco y negro que por un precio irrisorio proporcionaban horas de lectura de gran nivel. Se recuperó en un formato económico y “de batalla” una cantidad ingente de colecciones, gran parte de la Historia Marvel que reavivó la llama “Excelsior!” que había estado apagada en nuestro país desde hacía ya bastante tiempo. Aunque muchas de las Bibliotecas (por no decir todas) pasaron por las manos del aquí presente reseñador y fueron disfrutadas de lo lindo, siempre me quedó esa sensación de querer ver a Los Vengadores, La Patrulla-X y al resto de superhéroes en color y a un tamaño algo mayor.


No sería hasta que Panini apostó por la línea Marvel Gold que el comic clásico viviría un momento de esplendor como hacía tiempo que no se veía por estos lares. Unas ediciones inmejorables que ya han rescatado buena parte de la producción añeja firmada por Stan Lee, Jack Kirby, Steve Ditko o John Romita Sr.. Nos llega ahora este nuevo Omnigold protagonizado por otro peso pesado de la editorial, un Marvel Gold Daredevil Volumen 2: La Prisión Viviente que viene cargado de grandes momentos y, sobre todo, con las ilustraciones de un Gene Colan pletórico que sorprendía a propios y extraños con cada nueva entrega.


Han tenido que pasar un par de años para poder disfrutar de esta segunda entrega del defensor de la Cocina del Infierno, una etapa exquisita en la que, tras los lápices de Ditko y Romita, se definirá el aspecto gráfico del personaje gracias a la gran labor del mencionado Colan. Hay que incidir en este autor puesto que imprime a las aventuras del héroe una apariencia completamente cinematográfica que, más tarde, se iría incluyendo en otros títulos de la editorial. Tampoco se nos puede pasar por alto esas tramas donde se profundiza acerca de la identidad oculta de Daredevil donde Matt Murdock hace lo posible por convencer a Karen Page y a Foggy Nelson de que es su hermano Mike el que se oculta tras la máscara del justiciero.


No faltará la presencia de algunos “colegas” de profesión como El Capitán América, Spiderman, Los Cuatro Fantásticos o el poderoso Thor, siendo con estos últimos con los que se vivirán algunos de los relatos más acertados de todo el volumen. Con el Dios del Trueno hará un intercambio de papeles para poder atrapar a dos elementos como son Mr. Hyde y Cobra. Tras este episodio entrarán en escena el Doctor Muerte y la Primera Familia de Marvel que, con rayo de transferencia incluido, jugarán a la clásica suplantación de identidad. Atrapado en la armadura del maléfico villano, no serán pocas las confusiones que se originarán, finalizando la aventura en la cabecera de los Richards, por lo que podremos disfrutar del trabajo del Rey también en este volumen.


Y, por supuesto, no va a faltar uno de esos argumentos de los que hicieron grande a los cómics de la Casa de las Ideas: la historia de amor entre Matt y su compañera Karen Page. Por todos es sabido lo que el abogado siente por ella pero los peligros que supone tener una doble vida hacen que todo lo relativo a esta relación no tenga un final feliz. La dupla creativa formada por Lee y Colan se complementa a la perfección, haciendo que cada una de las aventuras contenidas en este volumen sea un disfrute desde la primera hasta la última página. Y sí, volvemos a repetirnos, el trabajo que el ilustrador nacido en el Bronx realiza con el personaje ha perdurado como uno de los más sólidos de su carrera y este Omnigold es una buena muestra de ello. Sublime de principio a fin.